La policía búlgara incautó hoy 103 misiles aire-tierra robados de
la base aérea de Bezmer al inspeccionar una camioneta en la zona de
Sliven, en el sureste del país, destacó Prensa Latina.
Cada uno de los cohetes de aproximadamente medio metro de largo
fue transportado en cajas por dos militares, los cuales permanecen
detenidos por las autoridades.
Los arrestados son el sargento Zhivko Spasov, responsable de los
almacenes y bodegas de la base; y su jefe directo, Nikolai Nikolov,
a cargo de la logística del emplazamiento castrense.
De momento, los dos militares enfrentan sendas acusaciones por
apropiación indebida de armamento y por almacenar sin permiso
municiones en grandes cantidades.
Conforme a la ley búlgara, por el primer cargo ambos podrían
enfrentarse a una pena de entre tres a 15 años de cárcel, en tanto
el segundo cargo contempla una sanción de entre tres y 10 años de
prisión.
De acuerdo con la información inicial, el precio de cada misil
ronda los 10 mil euros, según reporte de Radio Nacional de Bulgaria.