Pakistán descalificó hoy comentarios del secretario
estadounidense de Defensa, Leon Panetta, según el cual a su país se
le está agotando la paciencia ante la inacción de Islamabad frente
al terrorismo en la frontera con Afganistán.
Pakistán se toma muy en serio ese tipo de mensajes públicos por
parte de un alto miembro de la administración de Estados Unidos
(porque) reduce el espacio para limar las diferencias bilaterales en
un momento crítico de las negociaciones, señaló en un comunicado la
embajadora pakistaní en Washington, Sherry Rehman.
Citada por medios de prensa locales, Rehman apuntó que las
declaraciones del jefe del Pentágono son una inútil vuelta de tuerca
al proceso de recomposición de los vínculos entre ambos países y
dejan poco oxígeno a quienes estamos tratando de sacarlo de un punto
muerto.
En picada desde la operación encubierta de un comando del
Pentágono que culminó con la muerte de Osama bin Laden en mayo del
año pasado, las relaciones bilaterales tocaron su nivel más bajo
cuando el 26 de noviembre aviones de la OTAN mataron a 24 soldados
pakistaníes en la frontera con Afganistán.
De acuerdo con Prensa Latina, Pakistán mantiene cerradas desde
ese día las rutas de abastecimiento a las tropas de la alianza
noratlántica estacionadas en el vecino país, sacó del país la base
de drones estadounidenses y exige a Washington una disculpa por el
incidente, entre otras condiciones para llevar a su anterior nivel
la controvertida alianza.
En su recién concluida visita a la India, Panetta urgió a
Pakistán a hacer más para enfrentar a la militancia y el extremismo
en su frontera con Afganistán.
Ayer, en Kabul, añadió que Estados Unidos está perdiendo la
paciencia con Islamabad por su estatismo en ese sentido.
En Nueva Delhi, además, el ex jefe de la Agencia Central de
Inteligencia señaló que su país continuará los ataques con aviones
teledirigidos sobre las regiones tribales pakistaníes limítrofes con
Afganistán por considerarlos decisivos en la guerra contra los
talibanes y Al Qaeda.
Apenas 48 horas antes, la cancillería pakistaní había emitido un
comunicado en que por enésima vez exigió el cese de las operaciones
de los drones sobre su territorio que califica de lesivos a la
soberanía nacional.
Pese a los reclamos de Islamabad más enérgicos tras el fatídico
incidente del 26 de noviembre los aviones-robot han ejecutado 22
ataques en lo que va de año, con un salto total de 151 muertos y
decenas de heridos.
Llamativamente, los ataques con drones aumentaron después de la
Cumbre de la OTAN en Chicago (20 y 21 de mayo) en la cual- contra lo
esperado por Estados Unidos y la alianza militar- Pakistán no
anunció que reabriría las rutas de suministro a las tropas ocupantes
de Afganistán.
Altos funcionarios militares y civiles han reiterado que
Washington tampoco está dispuesto a presentar excusas por la muerte
de los 24 soldados pakistaníes.