CIENFUEGOS.— En su ensayo Una mirada a América Latina desde la
Economía Ecológica, Premio Único en el Concurso Internacional de
Ensayo Pensar a Contracorriente 2012 —a ver la luz durante la
próxima Feria Internacional del Libro—, el Doctor en Ciencias
Técnicas Eduardo Julio López Bastida plantea sustantivas reflexiones
sobre el tema.
El
doctor en Ciencias Técnicas López Bastida es profesor titular de la
Universidad de Cienfuegos.
—¿En qué consiste la Economía Ecológica?
"La economía tradicional es una ciencia matemáticamente avanzada
pero socialmente atrasada, porque solo interpreta precios,
ganancias, finanzas; pero no se ocupa de inventariar los problemas
sociales o ambientales.
"De ahí que se pensara en un nuevo tipo de economía: la
Ecológica, no encargada de buscar dinero sino de decir cuáles son
los límites de la naturaleza: hasta dónde y cómo se pueden explotar
para que no colapsen, y dónde se sitúa el momento del no retorno.
"La consolidación de dicha rama y la disponibilidad de
profesionales especializados es un reto, para el mundo y para Cuba
también. No en balde a nuestra Licenciatura en Economía se le agregó
una asignatura denominada Políticas Ambientales".
—¿Por qué concede relieve al concepto de Huella Ecológica?
"El concepto de Huella Ecológica mide cuántos recursos naturales
utilizan las personas para sostener su estilo de vida.
"Se define como el total de tierra o mar ecológicamente
productivos ocupados exclusivamente para producir los recursos a
consumir y asimilar los desechos generados por una población.
"Este valor se compara con su inverso, la Capacidad de Carga, que
se conceptualiza como la cantidad de tierra disponible para una
población, teniendo en cuenta la productividad del terreno y una
reserva del 12 % para conservación de la biodiversidad.
"La Huella Ecológica Mundial sobrepasó su Capacidad de Carga en
la segunda mitad de los años 80, es decir, la población humana
comenzó a consumir recursos y liberar CO2 más
rápido de lo que pueden regenerar los ecosistemas.
"Es interesante señalar que América Latina es la única región del
planeta que, al comparar su biocapacidad propia con su Huella
Ecológica, tiene una relación favorable. Esto la situaría en una
posición ventajosa para su desarrollo.
"Sin embargo el Primer Mundo está utilizando grandes extensiones
de la biocapacidad del subcontinente para su desarrollo".
—¿Qué opina de la crisis del modelo capitalista neoliberal, en el
plano económico y ambientalista?
"El modelo capitalista neoliberal que domina el mundo actual lo
sumió en una profunda crisis. Económica, ambiental, energética,
alimentaria... Es el final de un desconcierto ético total, un modelo
de desarrollo a derrumbarse a mediano plazo.
"La producción mundial de bienes, en términos de valores, se
incrementó entre los años 1900 y 2000, ¡17 veces! Esto ha llevado al
límite de su capacidad de explotación a la mayoría de los
ecosistemas, modificando sus ciclos y funciones.
"Es un absurdo que más del 85 % de la producción actual satisfaga
el consumo de solo el 20 % de la población mundial, la cual emplea
el 80 % de la energía y produce más del 70 % de los desechos.
"La diferencia en ingresos entre los países más ricos y pobres
aumentó de tres contra uno en el año 1820, a 130 contra uno en el
2007. Solo 257 personas (el 0,0000036 % de la población del
planeta), con activos superiores a 1 000 millones de dólares cada
una, tienen juntas más que la renta anual del 45 % de la humanidad".
La solución de tanta injusticia constituye hoy, ineludiblemente,
un problema ideológico.