Venta de materiales de construcción en Camagüey

Los números crecen, pero no bastan

MIGUEL FEBLES HERNÁNDEZ

La modalidad no estatal para construir o reparar viviendas sobre la base de la participación .ciudadana y la comercialización liberada y no subsidiada de los materiales necesarios, se consolida hoy como la vía más indicada, económica y racional de enfrentar uno de los principales problemas sociales del país.

Foto del autorCon la arena no se han presentado problemas, pero sí con el acero, los azulejos y el cemento, fundamentalmente.

Si en el 2010, por solo citar una cifra reveladora, se vendió en Camagüey una pequeña gama de productos, cuyo monto no excedió los tres millones de pesos, solo en el primer cuatrimestre del año en curso en esta provincia se habían comercializado mercancías por más de 41 millones, aunque por debajo de lo planificado para la etapa.

Ello demuestra las enormes potencialidades del programa en marcha, urgido aún de engrasar los mecanismos en las relaciones contractuales entre las entidades comercializadoras y suministradoras, que se traduzcan en un mayor nivel de satisfacción de las necesidades de la población, bajo estrictas medidas de control, exigencia por la calidad y una acertada gestión de venta.

De concretarse tal proceder, con total transparencia y orden, pueden rendir mejores frutos las decisiones adoptadas por las autoridades del país, como el otorgamiento de créditos y subsidios (esta última medida doblemente dependiente, pues su otorgamiento no solo tiene como objetivo principal la compra de materiales de la construcción, sino que la comercialización de estos constituye su fuente de recursos).

DE MERCANCÍAS "ESTRELLAS" Y OTROS MENESTERES

Mientras algunos renglones, por baja demanda, mala calidad o elevados precios, permanecen ociosos en los estantes, están las llamadas mercancías "estrellas" (cemento, barras de acero, bloques, azulejos, entre otros), que aunque se cumplen en la cuantía planificada, su existencia no satisface la demanda de la población y tan pronto llegan al mercado se agotan rápidamente.

En esto, comenta Vilma Bazán Pérez de Águeda, subdirectora del Sectorial Provincial de Comercio, entra a jugar de manera decisiva el nivel de gestión de cada territorio, pues si bien los municipios de Camagüey, Carlos Manuel de Céspedes y Najasa sobrecumplen sus respectivos planes de venta, otros como Santa Cruz del Sur, Jimaguayú, Sibanicú y Minas, distan bastante de los resultados que de ellos se esperan.

Muestra de que no en todas partes se le otorga al programa la prioridad requerida, es que un reciente control efectuado por las instancias provinciales pudo comprobar la existencia de más de 80 renglones de productos en los almacenes de la Empresa Universal; sin embargo, en tiendas y puntos de venta de varios municipios su presencia no rebasaba la veintena.

La aglomeración de público en los puntos de venta está en relación directa con la venta o no de los materiales más demandados por la población, como cemento, áridos, barras de acero, bloques, azulejos, tasas sanitarias, puertas y ventanas.

Una jornada de recorrido por los cuatro principales establecimientos de la ciudad de Camagüey dio fe de ello: mientras en los correspondientes a los distritos Joaquín de Agüero, Ignacio Agramonte y Julio Antonio Mella el trasiego era mayor, en el Cándido González había una tranquilidad soberana.

¿La causa? "Ya se nos acabó el cemento", respondió sin titubeos José Javier Toledo Cervantes, subadministrador de la entidad, quien ratifica que ese es el producto "gancho", a granel o en bolsa, para mover el resto de la mercancía.

Tras un primer trimestre favorable en el orden económico, excepto en el punto del Distrito Ignacio Agramonte, que incumplió su plan de venta, los "números" de mayo indican una ligera contracción de la actividad comercial.

Ello presupone, además, observar lo relativo al mejoramiento de las condiciones de los establecimientos, algunos de los cuales (como el del Ignacio Agramonte) carecen de protección perimetral o disponen de poco espacio para almacenaje, todo lo cual conspira contra el orden que en esos lugares debe existir.

Salta a la vista la acumulación a la intemperie de cientos de tanques para agua, a distribuir por las áreas de Salud de la localidad, cuya lenta salida repercute en su oxidación progresiva, sin que haya, hasta ahora, una respuesta efectiva para agilizar los trámites de compra o adoptar otras medidas al respecto.

En el tema de la venta de materiales de la construcción a precios no subsidiados se observan, sin dudas, pasos positivos, pero tanto la industria como el comercio precisan aún de un mejor acoplamiento, que satisfaga en cuanto a calidad y presencia una demanda con amplias reservas. La gestión comercial de cada territorio, así como la producción local de varios surtidos —en dependencia de las potencialidades—, son dos objetivos a engranar con prioridad.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir