La Organización Internacional del Trabajo (OIT) denunció que 20,9
millones de personas están obligadas a laborar contra su voluntad,
según el informe Estimaciones Globales de Trabajo Forzoso donde se
señala que los afectados son amenazados con deudas, retención de
documentos de identidad, denuncias ante departamentos de inmigración
e incluso violencia física.
La OIT indicó que del número mencionado, 5,5 millones tienen
edades por debajo de los 18 años, lo cual equivale al 23 % del
total.
La región de Asia y el Pacífico representa el número más alto de
trabajadores forzosos en el mundo, 11,7 millones, seguida de África,
con 3,7 millones y América Latina, con 1,8 millones.
Mientras, en las economías desarrolladas y en la Unión Europea
hay 1,5 millones, en tanto en los países de Europa Central y
Suroriental y la Comunidad de Estados Independientes se registran
1,6 millones.
Tras avanzar en los esfuerzos por promover legislaciones
nacionales para combatir el flagelo, la OIT señaló que la atención
debería dirigirse hacia una mejor identificación y persecución del
trabajo forzoso y de los delitos relacionados como la trata de seres
humanos.
En ese sentido, consideró que se debe evitar un incremento en la
cifra de víctimas durante la actual crisis económica, en la cual las
personas son cada vez más vulnerables a esta práctica nefasta.