Los conflictos sociales que vive Bolivia solo tienen
el objetivo de convulsionar al país y desestabilizar al Gobierno,
denunció hoy el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jorge
Pérez.
Pérez alertó de la presencia de "una mano negra"
detrás de los grupos involucrados en las protestas y acusó a los
partidos de centro derecha, entre ellos el Movimiento Sin Miedo y a
Unidad Nacional, como los inspiradores de esas acciones.
También involucró a los líderes indígenas Adolfo
Chávez y Rafael Quispe entre quienes persiguen debilitar, desgastar
y desestabilizar la administración del presidente Evo Morales.
"Solo me queda repudiar los actos de provocación, de
violencia y agresión, contra los policías y considero que son
alentados políticamente por una mano negra, por grupos que tienen el
interés de convulsionar al país", insistió el viceministro.
Al mismo tiempo denunció la existencia de un plan de
acción contra el Gobierno, que involucra a los médicos, a los
universitarios y a los obreros, quienes son alentados y apoyados por
la oposición.
Según Pérez, la oposición organizó las marchas de
protesta y los bloqueos de las carreteras en La Paz, Oruro, Tarija,
Santa Cruz, Potosí, Pando y El Alto.
Por otra parte, recordó que los policías de esos
sitios fueron atacados con piedras, tomates, huevos, orine y
explosivos, y recalcó que la población es testigo de esos hechos.
Pérez insistió en que la policía intenta persuadir y
disuadir, pero los manifestantes provocan a las fuerzas del orden
para generar anarquía y convulsionar al país. "La Policía lo único
que hace es cumplir con su misión constitucional y resistir los
bloqueos y movilizaciones violentas y agresivas de los manifestantes
que atentan contra la libre locomoción de la ciudadanía", insistió.
El viceministro de Régimen Interior y Policía
condenó los hechos ocurridos en Santa Cruz, donde el jefe del puesto
policial fue secuestrado y golpeado con brutalidad por los
manifestantes.
Por último, ratificó que el Gobierno respeta los
derechos establecidos en la Constitución, la cual garantiza marchas,
protestas, huelgas, pero recordó que nadie tiene el derecho de
impedir la libre circulación de las personas, informó PL.