Cables filtrados por Wikileaks revelan el apoyo de Estados Unidos
en 2007 al banquero Guillermo Lasso, actual presidente ejecutivo del
Banco de Guayaquil, en un plan estructurado para desestabilizar al
naciente gobierno de Rafael Correa.
Según los textos revelados por el diario público El Telégrafo,
Lasso tuvo una reunión el 12 de marzo de 2007 con ese objetivo,
según lo reporta la exembajadora de Estados Unidos en Ecuador Linda
Jewell en su informe del día 20 del mismo mes, reporta Prensa
Latina.
El banquero, quien se había desempeñado como asesor del
expresidente Lucio Gutiérrez, buscó apoyo en el propio mandatario,
en Jaime Nebot y Álvaro Noboa, quien anunció esta semana su
postulación para presidente en el 2013, para ejecutar su plan.
Uno a uno les llamó (Lasso) para inscribirse en un esfuerzo para
contrarrestar las políticas de Correa ( ) Dijo que el enfoque de la
comunidad empresarial es desafiar la administración de Correa sobre
principios fundamentales y no para defender intereses particulares.
Según el reporte que Lasso dio a la embajadora Jewell, se asegura
que: Gutiérrez está dispuesto a trabajar con la comunidad
empresarial, pero solo en sus términos, en tanto agregó, Noboa no
comprende lo que está ocurriendo en Ecuador.
Nebot (actual alcalde de Guayaquil) es el más inteligente de los
tres, pero ha optado por ejercer su papel defendiendo los intereses
locales de Guayaquil , señala el cable de la embajadora de Estados
Unidos citando su conversación con el banquero opositor.
Finalmente Lasso da cuenta a la Embajada de la campaña
publicitaria que sacaría al aire, en la que vinculan la gestión del
presidente Correa con la del gobierno de Venezuela.
El cable indica que Lasso ha puesto en marcha una serie de cuñas
de radio, que incluye una voz venezolana que discute sobre la
situación en Venezuela y una voz ecuatoriana le responde que no le
gustaría la misma situación para Ecuador.
El sector privado ecuatoriano, generalmente rebelde, ha comenzado
a desarrollar lo que podría convertirse en una respuesta coherente a
las amenazas de la administración de Correa, indica el cable e
indica que la Embajada mostró su interés de apoyarlos con la
condición de que deben ofrecer alternativas responsables.
La Embajada de Estados Unidos en Ecuador da cuenta por esa vía de
todo un programa estructurado y diseñado por las cámaras
empresariales, desde campaña publicitaria, contactos políticos,
influencia sobre diputados, hasta la solicitud a la Embajada de que
juegue su propio rol.
Los vínculos con Estados Unidos de los otrora y actuales
opositores al gobierno de Correa continúan acaparando la atención
nacional que solo conocía algunos cables revelados en diarios
privados sobre temas menos sensibles que los actualmente hecho
públicos.