NUEVA YORK, 3 de mayo.— El Fondo de Naciones Unidas para la
Infancia (UNICEF) ha alertado de que al menos un millón de menores
corren peligro de morir de malnutrición durante el 2012 en el centro
y el oeste de la región africana del Sahel debido a la crisis
provocada por la sequía. La organización hizo un llamado urgente
para dedicar más recursos para paliar esta situación, indicó Europa
Press.
"Necesitamos más recursos para adecuar realmente nuestra
respuesta antes de que sea demasiado tarde y se pierdan muchas
vidas", indicó el director de los programas de emergencia de UNICEF,
Louis-Georges Arsenault.
La agencia de la ONU considera que en estos momentos hay 15
millones de personas en situación de inseguridad alimentaria en el
Sahel, la zona que va desde el Atlántico hasta el Mar Rojo, que
incluye a Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania, Níger y las regiones
del norte de Camerún, Nigeria y Senegal.
UNICEF pidió 120 millones de dólares para ampliar sus operaciones
y proporcionar asistencia sanitaria, nutricional, agua y servicios
sanitarios, educación y asistencia a menores, pero hasta ahora solo
están garantizados la mitad de estos fondos.
Debido a la hambruna, muchas de las familias de la región están
vendiendo sus animales, sacando a sus hijos de las escuelas y
reduciendo los nutrientes de sus comidas, lo que las hace aún más
vulnerables a la crisis, destaca el organismo de la ONU.