Cuba estudia hoy variantes para ampliar y diversificar el uso de
energías renovables como el biogás y la fuerza de los vientos,
confirmaron expertos.
Con mil plantas destinadas a aprovechar como fuente energética
los residuos orgánicos, la nación caribeña proyecta utilizarlos para
producir electricidad y en el alumbrado público de algunas
localidades, declaró a Prensa Latina Antonio Guardado, miembro de la
junta directiva de Cubasolar, que lidera esos esfuerzos.
Comentó que hasta la fecha el biogás se emplea en la isla para la
cocción de alimentos, con la colaboración de productores
agropecuarios fundamentalmente.
Otra de las perspectivas del país antillano para explotar esas
energías virtualmente inagotables, es el incremento de los sistemas
eólicos a partir del mapa realizado en el 2005 que permitió
determinar las potencialidades existentes en el archipiélago,
precisaron expertos.
En estos momentos se investigan 12 sitios para emprender
proyectos sustentados en el aprovechamiento de las corrientes de
aire, los que se sumarán a los cuatro parques existentes en la
nación, aseguró Alejandro Montesinos, director de la editorial
Cubasolar.
Esa energía clasifica entre las más limpias, pues los
aerogeneradores no emiten gases de efecto invernadero ni liberan
residuos tóxicos.
Al referirse a los módulos fotovoltaicos puntualizó que están
instalados unos ocho mil con el fin de iluminar apartadas
comunidades, escuelas, salas de vídeo y consultorios médicos.
Entre las iniciativas desarrolladas en la isla en coordinación
con escuelas y pobladores, sobresale el programa denominado
Solarización del Bartolomé Masó, el cual beneficia al municipio
homónimo en la provincia de Granma.
La aplicación de las bondades de las fuentes energéticas
renovables y la labor de educación ambiental con los lugareños son
pilares de la experiencia, explicó a Prensa Latina el ingeniero
italiano Enrico Turrini, uno de los promotores de la idea.