MOSCÚ. — El viceministro ruso del Exterior Serguei Riabkov
calificó este lunes de inaceptable el empleo de un lenguaje de
ultimátum contra estados soberanos, al referirse a los intentos en
ese sentido en el caso de Siria.
De ninguna forma se puede hablar con el gobierno de una nación
soberana con el idioma del ultimátum, pues ello resulta inadmisible
desde el punto de vista de la lógica de las actuales relaciones
internacionales, declaró Riabkov a Prensa Latina en esta capital.
Consideramos que en Túnez para nada se reunieron los amigos del
pueblo sirio. Aquí se cumple el proverbio de que con amigos como
estos no hacen falta enemigos, estimó el funcionario.
Si en Túnez se hubieran reunido verdaderos amigos de Siria,
advirtió, de seguro habrían invitado a representantes del gobierno
legitimo de ese país, abierto al diálogo y dispuesto a continuar las
reformas, de lo cual es muestra la realización del referendo del
oasado domingo.
De ninguna forma podemos aceptar las conclusiones de la
mencionada conferencia y más bien las rechazamos, subrayó.
Tales planteamientos sólo recrudecen la crisis siria, apuntó
Riabkov, en alusión al llamado en Túnez a nuevas sanciones contra
Damasco y al reconocimiento hecho allí de entidades opositoras como
supuestas únicas representantes legítimas del estado mesoriental.
Desde hace varias semanas, Rusia abogaba por una solución más
efectiva de la situación humanitaria en Siria y propusimos el envío
allí de una misión humanitaria, por lo que estamos satisfechos con
la designación de Valerie Amos como encargada de tales asuntos, dijo
el vicecancillder.
Asimismo, "estimamos que Kofi Annan, como enviado especial del
secretario general de la ONU y la Liga Arabe, puede jugar un papel
imparcial y establecer un diálogo entre las partes enfrentadas en el
estado sirio para resolver un cúmulo de problemas pendientes".
La situación humanitaria en el estado levantino es preocupante y
es necesario trabajar con quienes impiden la solución al mencionado
problema, es decir, no sólo con el gobierno, sino también con los
grupos armados de la oposición, aclaró el funcionario.
Al mismo tiempo, remarcó que Rusia vetó resoluciones en el
Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria porque le preocupa la
tendencia de crear condiciones para atacar al citado país, como
antesala de una acción militar contra Irán.
De ninguna forma se debe permitir la repetición del escenario de
Libia, bombardeada por la Organización del Tratado del Atlántico
Norte en 2011, ni tampoco el desdeño de las normas del derecho
internacional o las resoluciones del Consejo de Seguridad, afirmó.
Si algunos miembros de la comunidad internacional, de los estados
que formaron una coalición e interpretaron a su forma la resolución
1973 sobre Libia, piensan que todo les es permitido, se equivocan,
dijo Riabkov.
Rusia y otras naciones del orbe están decididas a poner un freno
a tal actitud, pues de ninguna forma podemos dejar que se juegue con
el derecho internacional como lo desean hacer Estados Unidos y
algunos miembros de la OTAN, subrayó.