BEIRUT. — El presidente Michel Sleiman llamó este lunes a la cohesión de todas las fuerzas políticas de El Líbano, al reanudar aquí las labores del Gobierno después de semanas de divergencias y la renuncia de un ministro.

Ante el primer ministro Najib Mikati, Sleiman condujo la primera sesión del Ejecutivo después de la dimisión del titular de Trabajo Charbel Nahhas por disputas sobre un controversial decreto de subvención del transporte.

El jefe del Estado y el del Gobierno se reunieron en privado en la sede del palacio presidencial de Baabda antes de dar paso a la sesión plenaria del gabinete, que se propuso agotar 78 temas incluidos en la agenda, según la agencia oficial de noticias NNA.

Además de los 78 temas, se sometieron a debate asuntos de emergencia y Sleiman insistió en la importancia de fomentar la solidaridad y la productividad del gobierno.

El análisis de la situación general del país y los últimos acontecimientos en la arena política nacional centraron las intervenciones de la cita gubernamental en la que analistas locales destacaron a Mikati como el gran ganador de la reciente crisis.

De acuerdo con el analista político Carol Maalouf, el primer ministro salió fortalecido tras la renuncia del titular de Trabajo Nahhas, mientras esa deserción significó un revés para el líder del Movimiento Patriótico Libre, el cristiano maronita Michel Aoun.

Maalouf comentó al periódico digital The Daily Star Lebanon que Sleiman y Mikati resultaron favorecidos por el acuerdo cuatripartita que puso fin a rivalidades dentro del Gobierno, y la dimisión de Nahhas ayudó a romper la inercia en que se hallaba el Ejecutivo.

Aoun, aliado del movimiento de resistencia chiita Hizbulah (Partido de Dios) en el gabinete, perdió con el pacto a uno de los 10 ministros que tenía su bloque parlamentario Cambio y Reforma.

Mikati, en cambio, recibió fuerte impulso político frente a sus adversarios dentro de su propia comunidad sunnita que lo acusaban de someterse y aceptar las condiciones del exgeneral cristiano.