MOSCÚ. — El ministro del Exterior ruso, Serguei Lavrov, negó este
lunes que haya emergido algún beneficio de la Conferencia de Amigos
de Siria, celebrada recientemente en Túnez, sin la presencia de las
autoridades de Damasco.
Aún desconocemos el estatus del documento que fue emitido al
finalizar ese foro, consideró el jefe de la diplomacia rusa, tras
reunirse aquí con su similar de Myanmar, Nyan Win.
El encuentro estuvo lejos de crear condiciones para estimular a
los sirios a ir a un diálogo político, estimó Lavrov, en alusión al
abierto reconocimiento del foro de Túnez a entidades provisionales
como representantes legítimas del pueblo sirio.
Al mismo tiempo, estamos dispuestos a respaldar cualquier
iniciativa que permita una solución entre los sirios, declaró.
En Túnez, se reunieron delegados de 80 países, incluidos miembros
del Consejo de Seguridad de la ONU, excepto Rusia y China, países de
la Liga Árabe y representantes de la oposición de Siria, los cuales
emitieron una condena al gobierno de ese país.
Moscú y Beijing se negaron a asistir a la conferencia por
considerar que se entendía poco el propósito de esa actividad cuando
no asisten todas las partes del diferendo sirio, incluido el
gobierno, y por el carácter de las decisiones que se pretendía
aprobar allí.
Moscú aboga por el fin inmediato de toda violencia, de donde
quiera que ésta provenga, la búsqueda de una solución pacífica a la
crisis en el país árabe sin condiciones ni injerencia externa,
mediante un diálogo nacional, y con respeto a la soberanía siria.