| Seguridad ferroviaria 
			Tenerla siempre de tripulante El choque ocurrido hace unos días en la capital 
			entre un tren de carga y uno de pasajeros como consecuencia del 
			incumplimiento de una orden de vía por parte del primero, hace 
			necesario reflexionar sobre la importancia de la seguridad 
			ferroviaria  MAYLIN GUERRERO OCAÑAmaylin.guerrero@granma.cip.cu
 "A las 08:10 horas del día de hoy, el tren de carga Nº 59, con 
			una formación de 20 vagones, con destino a Pinar del Río, chocó de 
			frente con el tren extra de viajeros Nº 202 que prestaba servicios 
			entre Artemisa y La Habana, donde viajaban 110 pasajeros".  
			
			 Los 
			accidentes ferroviarios ocasionan, por lo general, un mayor impacto 
			para la vida humana. Así comenzaba la nota informativa que explicó los pormenores del 
			accidente ferroviario ocurrido en la Línea Sur, entre las estaciones 
			de Almendares y Rincón, en el capitalino municipio de Boyeros. Luego 
			las líneas que más dolieron al pueblo, a los familiares: "producto 
			de la colisión resultaron lesionados 30 pasajeros y tres tripulantes 
			(... )".  Este lamentable hecho se produjo, como tantos otros, por una 
			violación del Reglamento de Operaciones Ferroviarias por parte de la 
			tripulación de uno de los trenes. Sin embargo, de manera general, 
			son varios los factores que atentan contra la seguridad ferroviaria 
			e inciden en este tipo de accidentalidad, por lo general con mayor 
			impacto para la vida humana.  
			
			 Para 
			que el sistema ferroviario nacional vaya funcionando como es debido, 
			se requiere de una incondicional participación de la fuerza 
			ferroviaria. Unas 413 afectaciones a la seguridad ferroviaria (entre 
			accidentes e incidentes) se produjeron en Cuba hasta el pasado mes 
			de septiembre, según datos aportados por especialistas en Seguridad 
			Ferroviaria del Ministerio de Transporte (MITRANS).  De ellas, 235 ocurrieron por causas inherentes a los 
			ferrocarriles: desperfectos en la vía férrea (151), indisciplinas de 
			las tripulaciones (64) y averías en los equipos ferroviarios (20). 
			Una cifra que, pese a representar el 35 % menos que en igual período 
			del 2010, es todavía significativa e inadmisible. El resto de las afectaciones se originó por factores externos al 
			ramo, entiéndase interposición de vehículos en los pasos a nivel 
			(28), cruce de ganado en la vía férrea (94) y atropellamiento de 
			personas (31).  Velar 
			por la seguridad a bordo del tren Los datos anteriores indican que las causas afines al 
			ferrocarril, asociadas al estado general de la disciplina en el 
			sector, son las que provocan más hechos lamentables en la vía. En la 
			ocurrencia de estos inciden notablemente el deterioro acumulado de 
			los rieles y los problemas técnicos de los equipos ferroviarios, 
			porque sus parámetros de explotación y seguridad no se revisan bien 
			ni con sistematicidad. Más preocupantes resultan las indisciplinas 
			de las tripulaciones durante la operación y circulación de los 
			trenes, con un mayor impacto económico y social.  Oscar del Toro Quesada, inspector general del Transporte, explica 
			a Granma que las violaciones más frecuentes se deben casi 
			siempre al incumplimiento del Reglamento de Operaciones de los 
			ferrocarriles, el cual establece las normas para el movimiento de 
			los trenes y que las tripulaciones deben dominar en su totalidad.
			 "Sobresalen la falta de cuidado y de atención a las operaciones 
			de situación y levante de los trenes y de los equipos ferroviarios, 
			y por supuesto, el no respeto a las instrucciones que se dan en la 
			orden de vía", precisa el funcionario.  Estudios realizados por especialistas del Instituto de 
			Investigaciones del Transporte indican que la falta de atención al 
			hombre incide negativamente en la motivación laboral y produce 
			inestabilidad en la fuerza de trabajo, lo cual pudiera asociarse a 
			una de las causas que provocan estas indisciplinas.  Pero hay, además, desconocimiento de lo normado en el Reglamento, 
			falta de pericia y habilidades de una parte del personal, poca 
			percepción del riesgo que entraña las violaciones, y falta de 
			exigencia de los jefes de base e intermedios ante las conductas 
			inapropiadas y malos hábitos presentes en el sector. 
			Recuperar la disciplina ferroviaria: un camino seguro Los accidentes e incidentes por violaciones de las tripulaciones 
			de trenes han aumentado en los últimos tiempos. El incremento del 
			tráfico ferroviario, producto del progresivo e imparable rescate del 
			Ferrocarril cubano, hace que participen más personas en el 
			movimiento de los trenes y aumenten las tramitaciones de órdenes de 
			vía, razones suficientes para minimizar los riesgos a partir de una 
			férrea disciplina y exigencia.  Diversas acciones implementa el MITRANS para evitar hechos como 
			el ocurrido en la Línea Sur. Al respecto, Del Toro Quesada señala 
			que se tiene previsto mejorar las condiciones de vida y los sistemas 
			de pago de los trabajadores, para así lograr una mayor estabilidad 
			en la fuerza y que no se pierda la preparación del ferroviario.  Agrega que la política de formación de ese capital humano está 
			encaminada hacia el rescate de las buenas costumbres, conocimientos 
			y habilidades que ayudan a restablecer el orden y la tradicional 
			disciplina en los ferrocarriles. "Para ello, los programas de 
			estudio de los trabajadores hacen énfasis en las normas e 
			instrucciones para la seguridad operacional ferroviaria, de modo que 
			les permitan tener mayor visión de lo que significan el riesgo y los 
			peligros en el sector".  Por otra parte, refiere que las acciones de control y 
			fiscalización del MITRANS dirigidas al cumplimiento de las 
			normativas ferroviarias también se han incrementado, pero nunca 
			sustituirán el rol que en este sentido deben jugar las 
			administraciones, responsables de velar por la disciplina de sus 
			subalternos.  Pero otorgarle al ferrocarril el papel que merece en las 
			transportaciones de carga y de pasajeros implica ir más allá de 
			estas acciones institucionales. Se requiere, además, para que el 
			sistema ferroviario nacional funcione como es debido, de una 
			incondicional participación de la fuerza ferroviaria, sobre todo en 
			lo que respecta a orden y disciplina.  |