MOSCÚ, 8 de 
			diciembre.— El primer ministro ruso, Vladimir Putin, acusó a la 
			secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, de fomentar 
			las protestas que mantienen activistas en Moscú y otras ciudades 
			contra los resultados de las elecciones del pasado fin de semana, en 
			las que el partido gubernamental Rusia Unida se llevó la victoria.
			Estados Unidos expresó su "grave preocupación" ante las denuncias 
			de irregularidades durante las elecciones legislativas y Clinton 
			incluso, aseguró que "no fueron libres ni justas" y pidió "una 
			investigación completa del fraude electoral y la manipulación".
			El Gobierno ruso rechazó las duras críticas y recordó, a través 
			de Putin, que en el país "nadie quiere el caos", aunque afirmó que 
			los organizadores de las protestas actúan "según un guion conocido", 
			para lo cual Washington está inyectando cientos de millones de 
			dólares a grupos opositores.
			"Ha dado la nota para ciertos activistas opositores, les ha 
			enviado una señal. Ellos la han escuchado y han comenzado a trabajar 
			activamente", afirmó el jefe de Gobierno durante un acto político, 
			según Telesur.