Fiel
a los dos valores que han marcado su vida, la sinceridad y la
sencillez, Nersys Felipe ha acogido la decisión del jurado de
concederle el Premio Nacional de Literatura 2011.
Por ello, no ha disimulado la sorpresa, ni la emoción, e incluso
confiesa haber recibido la noticia "con temblores y fríos".
"No me lo esperaba", dice, a pesar de que hace varios años un
número creciente de voces venía reclamando este reconocimiento.
"En todo caso, este es un premio al trabajo, a no cansarse, a
seguir buscando y a tratar de superarse a uno mismo todos los días",
considera esta mujer, que a sus 76 años no ha parado de escribir ni
de aventurarse en nuevos proyectos.
Su vocación por la literatura surgió súbitamente, cuando tenía
más de 30 años. Hasta entonces, Nersys Felipe se estuvo desempeñando
como educadora en distintos niveles de enseñanza y solo había
escrito cartas de amor personales.
"En 1968, fui con el coro de la Escuela de Arte, donde trabajaba,
a la emisora Radio Guamá, y presenté los temas que cantaban los
niños.
"A los que dirigían el programa les gustó mi voz, mi forma de
comunicar, me pidieron que continuara yendo y así lo hice.
"Entré animando programas, narrando, diciendo algún que otro
poema. Luego me desempeñé como locutora y como actriz, haciendo
novelas, aventuras. En total, fueron más de 30 años en la radio."
¿Por qué eligió la literatura infantil?
"Yo no la elegí. Fue ella quien me escogió.
"En 1970, a petición de la dirección de la emisora creé un
programa llamado Tardes Infantiles, que salía de lunes a
viernes.
"Yo misma lo escribía, le buscaba las canciones, los cortes
musicales, lo armaba, hacía la voz de la narradora y de los demás
personajes.
"La radio en aquellos tiempos era algo medio artesanal. Una sola
persona se encargaba de muchas cosas.
"Así lo mantuve en el aire alrededor de seis años, en los que me
preparé para la literatura para niños. Fue como una escuela en la
que yo misma, trabajando, me superaba y aprendía."
Luego de que su poemario Para que ellos canten obtuviera
el Premio Edad de Oro, en 1975, Cuentos de Guane, su segundo
libro, se alzó con el Premio Casa de las Américas, y al año
siguiente, volvió a conseguirlo con Román Elé.
Después vendrían otros textos: Prenda, Cuentos de Nato,
Maísa, Corazón de libélula, Solo un humito,
entre los cuales a veces mediaron largos periodos de silencio,
porque "hay etapas de tu vida que no son para escribir, en ocasiones
prolongadas, de meses, hasta que encuentras el tema, y entonces te
vuelcas en él y es como una locura que te arrastra, que te lleva".
¿Qué hizo durante ese tiempo?
"Trabajar para la radio, donde obtuve tres premios Caracol."
De la literatura, sin embargo, nunca lograría apartarse.
"El hecho de estar escribiendo un cuento y que de buenas a
primera uno vea que el personaje camina, habla, se ríe, y que tú
puedas manejarlo, es algo mágico", considera Nersys, para quien el
premio que acaba de recibir constituye un importante reconocimiento
a la creación dirigida a los niños.
"Estas cosas siempre ayudan, en todos los órdenes de la vida, no
solo en el arte.
"En el caso de la literatura infantil, mucha gente se ha quejado
de que era vista como un género inferior. Pero eso está cambiando
gracias al trabajo de un grupo valioso de escritores.
"Por ejemplo, antes los Premios de la Crítica no nos reconocían,
pero en la actualidad, sí. Ivette Vian ha ganado dos, Nelson Simón,
tres, yo tengo uno (Corazón de libélula). Y ahora esta
distinción es otra gota de agua llenando el cántaro."
Hoy muchos consideran que el libro impreso está amenazado de
desaparecer ante el desarrollo de nuevas tecnologías. ¿Cómo lo
aprecia en el caso de la literatura infantil, qué futuro vislumbra?
"Este es un fenómeno real, pero yo soy optimista. Creo que el
soporte impreso va a existir paralelamente, pues siempre habrá
quienes prefieran sentarse en su sillón a leer un buen libro."
¿Qué no puede faltar en un texto para niños?
"La sencillez es una virtud primordial. Usted puede decirles las
cosas más importantes del mundo, lo más grande de la vida a los
niños, pero debe hacerlo de una manera sencilla, para que entiendan.
"Por otro lado, la sinceridad, porque si usted se pone a decir
cosas en las que no cree, de seguro va a fracasar."
A diferencia de otros artistas, que (al menos públicamente) le
suelen dar el mismo valor a cada una de sus creaciones, Nersys
Felipe no oculta su preferencia por Cuentos de Guane, un
texto que, asegura, le salió "directico del corazón", al que
considera "el libro de mi vida".
"En efecto, yo podré escribir muchos más, pero es por Cuentos
de Guane que me conoce todo el mundo, por el que las personas me
paran en la calle para preguntarme dónde lo pueden comprar, o para
decirme que de niños fue su lectura preferida. Es así
constantemente."
A pesar de ello, Nersys no deja de crear, ni de experimentar por
caminos nuevos, como demuestran sus dos últimos títulos: Corazón
de libélula y Solo un humito.
"Todos mis libros anteriores en prosa eran pequeñas novelas,
divididas en capítulos, pero me di cuenta de que nunca había escrito
cuentos sueltos, cuentos que vivieran por sí mismos, y quise ver si
podía lograrlo. Una siempre debe seguir empeñada en hacer cosas
nuevas, en crecer un poquito más. Y en este punto recibo el Premio
Nacional de Literatura, cuando todavía no he acabado de aprender."
La noticia la ha estremecido. "Me siento tan bien, y al mismo
tiempo tan asustada¼ ", confiesa. Pero
también le ha dado la oportunidad de confirmar el enorme cariño que
le profesa su pueblo, algo que para Nersys Felipe vale tanto como
cualquier reconocimiento, porque "si a una no la quieren, los
premios no le sirven de nada".