La vacuna antimeningítica vax-MEN-AC, específica para los
serotipos A y C, es hoy uno de los logros más importantes de la
colaboración sur-sur, pues es un biológico a la medida de un
problema africano para el cuál trabajaron Cuba y Brasil.
El principio activo de este producto indicado a personas que
viven en zonas de África donde la enfermedad es altamente epidémica,
fue fabricado en la isla, y luego se liofilizó y envasó en la nación
suramericana, explicó a Prensa Latina Jorge Menéndez, director
médico de Vacunas Finlay S.A.
Millones de dosis fueron ya entregadas a la Organización Mundial
de la Salud (OMS) para su distribución y aplicación, aseveró el
experto durante la Feria Internacional de la Habana, FIHAV 2011, que
sesiona en Expocuba hasta mañana viernes.
Vacunas Finlay S.A. es la representante exclusiva de productos y
servicios derivados del Instituto Finlay, un reconocido centro de
investigación científica ubicado en el polo oeste de la capital
cubana, donde se trabaja en otros importantes compuestos.
Tal es el caso de la vacuna antimeningocóccica MENGOC-BC,
considerada el producto líder del Instituto, un preparado único en
el mundo que se utiliza en gran cantidad de naciones, en particular
de Latinoamérica, aseguró Menéndez.
Esta vacuna surgió en Cuba por la necesidad de enfrentar un
aumento de la morbilidad habitual de la dolencia causada por el
meningococo B, que en 1983 alcanzó la mayor tasa de incidencia en la
población total.
La enfermedad dejó de constituir un problema de salud para los
cubanos gracias al descubrimiento de ese fármaco, y pasó a formar
parte del esquema nacional de inmunización.
Indicó también que los niños cubanos están protegidos contra 13
enfermedades infecciosas por medio de vacunas, ocho de las cuáles
son producidas en el referido centro.
Asimismo detalló que en la actualidad existen proyectos de
investigación para el desarrollo de biológicos contra el cólera, el
neumococo y la tuberculosis, así como en vacunas combinadas y otros
antígenos.