Soldados israelíes mataron este jueves a dos personas en el norte
de Gaza, y el presidente palestino, Mahmoud Abbas, pidió a sus
comandantes militares estar alertas frente a los intentos sionistas
de elevar la tensión.
Fuentes palestinas señalaron que tropas del Ejército de Israel,
apoyadas por la aviación, cruzaron la frontera en la zona norte del
enclave cercana a Beit Hanoun y abrieron fuego contra dos
campesinos, de 22 y 23 años, que trabajaban la tierra y estaban
desarmados, reporta Prensa Latina.
Una portavoz castrense de Tel Aviv justificó la agresión alegando
que una patrulla había sido atacada mientras hacía un recorrido de
rutina por el área limítrofe, y presentó a las víctimas fatales como
presuntos milicianos islamistas.
Sin embargo, testigos negaron que los fallecidos fueran miembros
de una brigada que, según Israel, había disparado horas antes contra
su frontera sur, aparentemente en respuesta a la escalada de ataques
aéreos lanzados en días recientes, causantes de al menos 12 muertos.
Después de la referida agresión, residentes en la localidad norte
de Beit Lahiya dijeron escuchar tres explosiones provocadas por una
unidad de artillería sionista basada en la línea de demarcación que
disparó contra un área descampada, sin ocasionar víctimas.
Los ataques israelíes siguieron a una breve tregua gestionada por
Egipto que aplacó el lanzamiento de cohetes desde Gaza contra Israel
y las incursiones de aviones de combate sobre zonas civiles de la
franja.
Entretanto, el presidente Abbas orientó a jefes militares de la
Autoridad Nacional Palestina (ANP) estar cautelosos ante las
acciones del gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu.
El consejero político de Abbas, Nimr Hammad, recordó que tras la
votación en la UNESCO que favoreció el ingreso de la ANP como
miembro pleno, Netanyahu anunció que acelerará la construcción de
dos mil casas en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén
Este.
Además, decidió retener los ingresos que debe transferir a
Palestina por concepto de impuestos, privando a la ANP de unos 100
millones de dólares y amenazando los salarios de cerca de 180 mil
empleados.
Igualmente, líderes políticos y militares israelíes han
recrudecido su retórica de confrontación, incluido el canciller
israelí, Avigdor Lieberman, quien hizo un llamado público a
destituir a Abbas y lo repitió dos días después, pese a críticas de
la ONU y la Unión Europea.