Una serie de atentados con
bombas sacudió Irak en las últimas horas con balance de ocho
muertos, informaron hoy fuentes médicas y de seguridad, tras revelar
que octubre cerró con más víctimas de la violencia.
Médicos del hospital Sadr de la sureña ciudad de Basora indicaron
que recibieron ocho cadáveres y 22 heridos por tres explosiones en
las afueras de igual número de cafeterías en una céntrica calle de
la urbe.
Voceros de la policía en aquella localidad precisaron que las
deflagraciones se produjeron en la noche del miércoles con cargas
pegadas a motocicletas que estaban estacionadas.
Asimismo, medios iraquíes recordaron que la espiral violenta en
esta nación árabe se disparó entre sectas y corrientes religiosas y
políticas tras la invasión y ocupación militar de Estados Unidos, en
marzo de 2003, la cual deberá finalizar el próximo 31 de diciembre.
Estimaciones sin confirmación oficial refieren que más de un
millón de personas han perdido la vida en Irak como consecuencia de
la violencia desatada en 2003, período en el que perecieron
alrededor de cuatro mil 400 soldados norteamericanos.
Entretanto, el Ministerio iraquí de Salud informó que 161
civiles, 55 policías y 42 soldados de este país murieron en octubre,
frente a 110, 42 y 33 que corrieron igual suerte en septiembre.
A la cifra, que las autoridades consideraron la más elevada de un
mes en lo que va de 2011, se añadieron que en octubre 195 civiles,
142 policías y 101 soldados sufrieron lesiones a causa de atentados
con bombas o tiroteos.
Recientemente, el clérigo radical chiita Muqtada Al-Sadr acusó a
los estadounidenses de crear caos y azuzar rivalidades sectarias en
este país para justificar la extensión de su presencia militar.
Al-Sadr, cuya milicia Ejército Mehdi impuso fuerte resistencia a
Estados Unidos hasta 2007, amenazó con reactivarla si Washington
maniobraba con Bagdad para mantener un número reducido de efectivos
tras expirar el plazo de finales de este año, acordado en 2008,
señaló Prensa Latina.
Estados Unidos anunció el 21 de octubre que retirará en diciembre
todos sus efectivos y ya comenzó el repliegue progresivo, al no
lograr convencer a su contraparte iraquí para que garantizara
inmunidad judicial a los hombres que dejaría bajo la fachada de
entrenadores.