Un grupo de ideología extremista que encabeza el hermano de un
legislador de el Líbano infiltraba por la frontera norte armas e
individuos bien pertrechados, incluso de otras nacionalidades
árabes, hacia Siria, reveló el diario libanés Al-Safir.
La prensa siria se hizo eco de tales revelaciones que avalan las
denuncias de Damasco de que los grupos armados que operan de manera
violenta en algunas localidades del país, son armados y financiados
desde el extranjero.
El periódico Al-Safir reseñó la víspera que la seguridad libanesa
arrestó a un miembro de una red involucrada en el contrabando de
armamento hacia Siria a través de las áreas fronterizas de Khaled y
Akroum. Ese individuo -precisó- fue detenido cuando intentaba
abandonar el país.
Añadió que el sujeto es un asociado de Ammar al-Adib, quien
confesó durante las investigaciones que infiltró pertrechos bélicos
en Siria para dárselos a las bandas armadas.
En entrevista al canal ruso Rossiya 1, el presidente Bashar al-Assad
afirmó el domingo que el gobierno posee evidencias irrefutables de
que los grupos terroristas que operan en algunas localidades son
abastecidos desde el exterior a través de la frontera con países
vecinos.
Igualmente, le están enviando fondos desde el extranjero. Tenemos
información sobre la gente que está dirigiendo estas operaciones
desde fuera de Siria y en algunos países, aseveró el ejecutivo.
Señaló que Damasco recaba aún más información y pruebas para
precisar bien tales movimientos, y cuando se tenga todo, Siria no
vacilará en revelar tales hechos, afirmó.
Por otro lado, Siria sepultó el miércoles a otros cinco efectivos
del Ejército y la Policía, blancos de las bandas armadas, quienes
fallecieron en los hospitales militares de Homs y Aleppo.
De acuerdo con Prensa Latina, el martes se anunció de la muerte
de cuatro y el lunes los medios reportaron el entierro de 15 durante
el fin de semana, que incluyó a civiles.
Yamen Qais Abadi, otros de los miembros de esas bandas vandálicas
arrestados, confesó anoche a la televisión siria que participó en
actos de terror en Deir Ezzor a cambio de dinero, y entre otras
fechorías disparó contra personal militar y policial, atacó puestos
de control y robó armas de estos.
Reveló que un hombre a quien identificó como Yasser al-Hamid le
pagó cinco mil libras sirias, unos 100 dólares, para sumarse a las
protestas, y después le daría 10 dólares por cada revuelta en la que
participara.
El mismo Yasser al-Hamid también le proporcionó armas, al igual
que a sus cómplices para que atacaran la sede del Departamento de
Seguridad Política en Deir Ezzor, admitió el terrorista.
Agregó que junto a otros cuyos nombres reveló, Qais Abadi, Adi
al-Hamid y Taha al-Sheikh Attiya, atacaron una comisaría en esa
norteña ciudad.
Los medios sirios vienen presentando desde hace tres semanas a
cabecillas y miembros de esos grupos armados que comenten actos
terroristas, quienes han sido arrestados.
Con ello quieren evidenciar que los actos de violencia en varias
localidades los cometen bandas armadas y financiadas desde el
exterior, y no son desertores de las fuerzas de seguridad como lo
propala la prensa occidental en su hostigamiento mediático contra
Siria.