El propósito consiste en evaluar si hubo omisiones o duplicidad
de viviendas o de personas, así como verificar la calidad de las
respuestas y cumplir con normas internacionales para este tipo de
ejercicios, informó Luis Pampillo, jefe de la Oficina Municipal del
Censo.
"Debido a la complejidad de un Censo de Población y Vivienda, se
recomienda la realización de un ensayo un año antes en el mismo
periodo del levantamiento, el cual correspondió a Candelaria, en
Artemisa y Segundo Frente, en Santiago de Cuba", señaló Reinaldo
Betancourt, especialista de la Oficina Nacional de Estadísticas e
Información, al frente del Ensayo Censal en Candelaria.
"En la mayoría de los países se efectúan cada 10 años. En
correspondencia con esto, nosotros lo hicimos en el 2002 y ensayamos
en el 2001. ¿Por qué Candelaria? Porque cumple con estructuras que
se prueban durante el ejercicio."
Un grupo de enumeradores visitó las viviendas de este territorio
artemiseño a fin de profundizar en las características
educacionales, económicas, demográficas y sociales de la población:
cuántos son en total, por edades y por sexo; la cantidad por
ciudades, pueblos, poblados, caseríos, llano y montaña, Plan
Turquino¼
También abordó el grado y nivel educacional más alto alcanzado,
así como nivel de escolaridad promedio; población trabajadora, amas
de casa, estudiantes, jubilados y pensionados; población por estado
civil o conyugal (solteros, casados, unidos, viudos y separados).
Este retrato de Candelaria investigó, además, sobre ubicación y
cantidad de viviendas según el tipo, periodo de construcción,
materiales de que están hechas, las afectaciones que tienen,
disponibilidad de los servicios y su equipamiento, así como precisó
la cantidad y tipo de hogares y de familias, tamaño y composición.
"Hay preguntas en el cuestionario que se mantienen al paso de una
década. Otras se eliminan o introducen acorde con la actualidad y
cuánto han evolucionado en este lapso. En general, no varían mucho,
porque los censos han de ser comparativos", afirmó Luis Pampillo.
Disponer de cifras actualizadas sobre la población y sus
viviendas, permitirá que los programas sociales y económicos que se
implementen y su evaluación, tengan un sustento más argumentado.