WASHINGTON.— Los expertos norteamericanos Thaddeus McBride y Mark
Jensen, analizaron en un artículo la agresividad con la que la OFAC
(Oficina de Control de Activos Extranjeros) abordó una investigación
para penalizar al banco estadounidense JP Morgan Chase, que
estableció tratos con países de la denominada lista negra,
particularmente con Cuba.
De acuerdo con los investigadores, los 88,3 millones de dólares
acordados entre la oficina gubernamental y la empresa, fueron una
sanción excesiva en comparación con las impuestas a otras empresas
que negociaron con otros países y cometieron faltas más graves.
En el texto publicado en el sitio web
governmentcontractslawblog.com, destacan la "perseverancia" de la
OFAC en el rastreo de Cuba.
Los investigadores resaltaron la supervisión continua del
cumplimiento de las políticas y procedimientos internos de la
institución, en el caso de Cuba. Si bien en otros acuerdos se ha
establecido una revisión periódica o anual, la obligación de
supervisión en curso en este acuerdo parece ser poco común, y es una
señal de que podría ser un requisito que la OFAC imponga con mayor
frecuencia en el futuro.