"Entre ayer (miércoles) y esta mañana (jueves), 151 civiles
fueron asesinados dentro de sus casas debido a que cohetes Grad y
otros explosivos cayeron sobre sus cabezas", informó Ibrahim vía
telefónica a una agencia de noticia internacional.
Señaló que el principal hospital de la ciudad de Sirte "se quedó
sin suministros ni electricidad", cita Telesur.
También se conoció que miembros del servicio de Estados Unidos
llegaron a Trípoli durante el fin de semana para "ayudar a
reconstruir" la embajada, a pesar de las cacareadas "garantías" del
presidente norteamericano, Barack Obama, y dirigentes militares de
que Estados Unidos no enviaría personal militar uniformado a Libia.
La Casa Blanca justificó que las tropas están solo desplegadas
ahí por poco tiempo y que la sede diplomática necesitará ser
evaluada para asuntos de seguridad, y una vez que eso esté hecho,
"se espera que las tropas regresen".
Alentados por la decisión de la OTAN de extender por 90 días los
bombardeos sobre Libia, el CNT lanzó este jueves nuevos ataques
contra Sirte y Bani Walid.
Los sublevados concentraron más medios y redoblaron la ofensiva
contra esas dos ciudades que mantienen una tenaz resistencia.