Fiel a lo dicho desde la primera conferencia de prensa, el mentor
Alfonso Urquiola se llevará consigo a Panamá y Guadalajara a los
jugadores que están en mejor forma para enfrentar el duro bregar por
dos torneos que prometen una lucha sin cuartel, a juzgar por las
nóminas ya conocidas.
Para nadie es una sorpresa que consagrados como Alfredo Despaigne,
Héctor Olivera, Yulieski Gourriel y Frederich Cepeda integren el
equipo, como tampoco lo es el ver a jóvenes figuras (Miguel Alfredo,
Freddy Asiel, Vladimir García, Miguel Lahera) que ocupan en el
cuerpo de lanzadores las bajas por retiro de glorias como Pedro Luis
Lazo y Norge Luis Vera.
Solo me llamó la atención la presencia, una vez más, de tres
receptores, sobre todo después de escuchar al propio Urquiola
afirmar que las estadísticas demuestran que el tercero casi no
juega. Un ejemplo: en la pasada Copa efectuada en varias ciudades
Eriel Sánchez, el tercero detrás de Pestano y Peraza, solo fue dos
turnos al bate y sumó nueve lances a la defensa. Estados Unidos,
Canadá, Australia, Japón, asistirán con un par de máscaras.
Hay cambios sustanciales si comparamos esta nueva edición del
Cuba con la de dos años atrás.
Para los que hablan de "crisis" en el béisbol cubano, la
presencia de brazos frescos, capaces de pasar de las 90 millas y de
sacar de balance a un bateador con un buen rompimiento o de un
"rompe cercas" como Despaigne, desconocido poco tiempo atrás, los
pudiera obligar a recapacitar.
En la selección hay jóvenes veteranos que van a su quinto mundial
con un palmarés impresionante: Yulieski, Cepeda, Michel y Olivera.
El primero es el líder en jonrones y carreras impulsadas, 18 y 48,
respectivamente, desde La Habana’03 hasta Europa’09: Cepeda promedia
306 con 7 cuadrangulares, Michel es el mejor en average, 407 y
Olivera, en dos mundiales, batea 377.
De la misma forma, en el pitcheo, el zurdo Yulieski González
lleva seis triunfos sin derrota, con 37 ponches en igual cantidad de
entradas lanzadas y dos mundiales. El binomio Freddy Asiel-Miguel
Alfredo va a su segunda experiencia, con un acumulado de cinco
victorias sin reveses y excelentes promedios de 0,56 y 1,83,
respectivamente.
Dos novatos, Rusney Castillo y Ediasbel Arruebarruena, se ganaron
el puesto desde el primer día del tope ante Puerto Rico. Rápidos,
excelentes a la defensa, poseedores de buenos brazos, capaces de
batear hacia cualquier ángulo. Ocho bases robó Cuba en la Copa del
2009, y puede superar esa marca esta vez con una alineación más
dinámica. Y un veterano, Vicyohandri Odelín, demostró que se puede
integrar una selección nacional a pesar de tener más de 30 años y
haber sufrido una lesión cuando sobra la constancia y la voluntad de
vencer cualquier obstáculo.
Nada fácil será ganar el Mundial y los Panamericanos. El nivel en
el orbe ha crecido, lo dicen todos los especialistas. Cuba, con 300
victorias en Mundiales y 12 veces titular panamericana, lleva lo
mejor que tiene. Los que mejor están. Para tratar de subir al
escalón más alto del podio, en Panamá y en Guadalajara.