China aprobó un plan para proteger el entorno natural que alberga
frescos rupestres del budismo y un antiguo paraje de las caravanas
de la Ruta de la Seda, en la noroccidental provincia de Gansu,
reportó Prensa Latina.
Se trata de la ciudad de Dunhuang, muy golpeada por la
desertificación al estar ubicada en una cuenca cercana al desierto
de Gobi, y las Grutas de Mogao o Cavernas de los Mil Budas, primer
sitio del país declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad,
en 1987.
El gobierno invertirá 723 millones de dólares durante los
próximos 10 años para la preservación ambiental de esa especie de
oasis, muy afectada por las tormentas de arena.
De acuerdo con autoridades de la región, citadas hoy por medios
de prensa, esos fondos servirán para la lucha contra la
desertificación, fenómeno que pone en peligro tesoros artísticos de
más de mil años de antigüedad.
Los planes en ese sentido incluyen la construcción de canales
para llevar agua desde el exterior a la zona, promover el ahorro del
preciado líquido y la plantación de más árboles.
Dunhuang estaba protegida de las dunas que invaden el desierto de
Gobi por un cinturón de bosques, humedales, lagos sostenidos por dos
grandes ríos y abundante agua subterránea.
Sin embargo, en los últimos años, el drenaje excesivo en la
región ha disminuido el nivel de las referidas reservas.