El Gobierno de Bahamas evalúa hoy la solicitud de la Organización
de Naciones Unidas de interrumpir la detención y repatriación de
ilegales haitianos hasta que las condiciones mejoren en el país
vecino.
Bahamas siempre ha reconocido las situaciones en Haití, que
podrían obligarnos a suspender las repatriaciones de inmigrantes
ilegales, afirmó el Ministro de Relaciones Exteriores, Theodore
Brent Symonette.
El funcionario recordó las precarias condiciones que persisten en
la porción occidental de la isla La Española, desde el terremoto de
magnitud 7,0 que la azotó, en 2010.
El movimiento telúrico fue considerado uno de los más
devastadores del mundo en la historia reciente y acabó con la vida
de más de 220 mil personas, en tanto dejó a cientos de miles sin
hogar.
También una epidemia de cólera, todavía por aniquilar, dejó más
de cinco mil muertos en el primer semestre de 2011.
El portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los
Refugiados, Adrian Edwards, instó el martes a los países con grandes
poblaciones de refugiados haitianos a detener las repatriaciones
hasta tanto mejore la situación allí por razones humanitarias.
Edwards expresó que, pese a los esfuerzos por la reconstrucción,
Haití no puede garantizar una protección adecuada a los deportados y
en particular, a los infantes sin familia, los discapacitados, las
víctimas de la trata de personas o de abuso sexual.
El director de Inmigración de Bahama, Jack Thompson, precisó al
diario digital The Nassau Guardian que sólo permanecen en el centro
de detención de inmigrantes 12 ciudadanos haitianos.