El presidente Felipe Calderón pidió hoy perdón por la pérdida de
vidas inocentes y defendió el uso de las Fuerzas Armadas en la lucha
contra el crimen.
Estoy de acuerdo en que hay que detener esta violencia, precisó
el gobernante, quien agregó que hay que hacerlo sin que eso implique
claudicar y dejar al país y a sus comunidades más indefensas y más
pobres en manos de criminales.
Calderón formuló esa declaración durante su encuentro con el
poeta Javier Sicilia y otros representantes del Movimiento por la
Paz con Justicia y Dignidad, agrupación que aúna a múltiples
organizaciones no gubernamentales y ciudadanos en desacuerdo con la
estrategia para combatir el crimen organizado y el narcotráfico en
México.
El mandatario aseguró en esta primera reunión, realizada en el
Castillo de Chapultepec, que hay que terminar esa violencia sin
caer, precisamente, como muchos ya lo han hecho en el país, por
miedo o por corrupción, en la indolencia y en la franca complicidad.
"De algo que no me arrepiento es de haber enviado a las Fuerzas
Armadas" a distintos puntos del país para reforzar el combate al
crimen organizado en lugares donde la autoridad local estaba
rebasada, insistió, aunque admitió que está dispuesto a revisar la
estrategia.
Calderón destacó que dicha estrategia persigue enfrentar a los
criminales y reconstruir las instituciones y el tejido social
carcomido, incluyendo oportunidades para jóvenes.
Rechazó que el Estado sea el generador de la violencia que vive
el país y la atribuyó a los enfrentamientos que libran las
organizaciones del crimen organizado.