Más de 600 delegados del IV Encuentro Internacional de
Afrodescencientes unieron sus voces a favor de la solidaridad
permanente con Haití, víctima de una crisis humanitaria desatada por
un potente sismo y agravada por el cólera.
Precisamente la presente edición del foro rindió homenaje a esa
nación caribeña, reporta Prensa Latina.
Los asistentes en el Encuentro pusieron en marcha una comisión
integrada por personalidades de diferentes naciones que monitorearán
cómo se canaliza la asistencia financiera prometida por la comunidad
internacional para la reconstrucción de Haití.
Durante las tres jornadas de trabajo esa junta sesionó y debatió
iniciativas encaminadas a garantizar la inversión de esos fondos en
los trabajos de recuperación, la lucha contra el cólera y en la
ubicación de los desplazados por el terremoto de enero de 2010.
El coordinador de evento, Enrique Arrieta, explicó a Prensa
Latina que la comisión contará con el apoyo del grupo venezolano del
Parlamento Latinoamericano y se reunirá cada 15 días.
En esos contactos precisó- delinearán acciones de solidaridad con
la población del país francófono y para dar seguimiento al empleo
adecuado del capital enviado por gobiernos e instituciones del orbe.
La idea es contar con un equipo verdaderamente capaz de velar por
los intereses de ese pueblo, acotó.
Mientras, la consejera política de la embajada argentina en
Venezuela, María Fernanda Silva, consideró que la conformación de
ese grupo de trabajo es un paso importante para saldar la deuda
histórica con Haití, protagonista de la primera revolución
triunfante en la zona.
Esa nación recordó- alcanzó su independencia plena en 1804 y
ayudó a territorios vecinos en sus luchas por romper con el
colonialismo extranjero.
La funcionaria hizo referencia a que las grandes potencias no
perdonan ese grito de libertad, la bandera de la no esclavización en
el territorio haitiano, y que el creole como lengua nacional venció
a otros idiomas europeos.
Por esa razón aseveró Silva- la labor de la junta será
determinante para asegurar que la ayuda sea efectiva, saber como se
canaliza y si realmente muchas organizaciones no gubernamentales
presentes en el país antillano colaboran con la reconstrucción.
Similares opiniones se repitieron en el evento a favor del
estricto cumplimiento de las promesas hechas por la comunidad
internacional para enfrentar esos y otros desafíos en el territorio
antillano.
A principios de 2010, Haití fue devastada por un sismo 7,0 grados
en la escala abierta de Richter que dejó al menos 316 mil muertos,
1,5 millones de personas sin techo y casi el 70 por ciento de la
infraestructura colapsada en Puerto Príncipe, la capital, y otras
ciudades aledañas.
En octubre de ese año, un brote de cólera se esparció con
celeridad por toda la geografía nacional, ocasionó más de cinco mil
400 decesos e incluso llegó a la vecina República Dominicana, con 48
fallecidos por la afección intestinal hasta la fecha.
El IV Encuentro Internacional de Afrodescencientes culminó con
una declaración que aboga porque la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños, cuyo nacimiento está previsto para
julio próximo, reconozca los aportes de ese grupo étnico en las
independencias de la región.
Ese texto reiteró la necesidad de crear un fondo regional para
contribuir con el desarrollo sostenible de esos sectores populares,
tradicionalmente excluidos por los gobiernos oligárquicos.
Entre otros aspectos, llamó a instaurar en la América Latina y el
Caribe un consejo consultivo de los afrodescendientes que promueva
políticas contra la discriminación racial y la exclusión.