Roig fue un socio duro del difunto Jorge Mas Canosa, agente de la
CIA y creador de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA), la
organización cuyo comité paramilitar secreto orientó y financió al
terrorista internacional Luis Posada Carriles. Mas Canosa y Roig han
compartido el dudoso honor de haber estado juntos en campos de
entrenamiento terroristas de la CIA con esta "vedette" de la mafia
local, el viejo asesino que fuera el comisario Basilio de la DISIP,
la Gestapo de Carlos Andrés Pérez, y luego se convirtió en
traficante de drogas y armas en América Central antes de ser asesor
de seguridad de distintos regímenes represivos.
Pedro Roig es un gran socio de otro exdirector del Office of
Cuban Broadcasting, Herminio San Román, quien, con Roberto
Rodríguez-Tejera, Julio Estorino, Frank Díaz-Pou y otros mercenarios
de la desinformación, inició la conversión de la estación en un
antro de conspiradores obsesivos y otros capos extremistas.
El curso ofrecido por el ICCAS tiene por objeto, dice la
publicidad, analizar entre otras cosas, "el culto a la violencia, la
formación pedagógica y política de Fidel Castro, su llegada al poder
y la destrucción de las instituciones cubanas". Esto, dicho por
quien se entrenó para la Operación 40, un plan de exterminación de
"castristas" que debía realizarse paralelamente a la invasión
mercenaria de Playa Girón.
El costo del curso de Roig es 50 dólares por las dos clases.
Viene gratis con las conferencias el libro "de historia de Cuba" de
Pedro Roig The Death of a Dream: A History of Cuba (no está
disponible en español) y un diploma del ICCAS. Esta "institución" es
manejada por el exanalista de la CIA Jaime Suchlicki, quien
casualmente "fue profesor" de Roig —no se sabe exactamente en qué
circunstancias.
Según Carlos Alberto Montaner, el "intelectual de la CIA", "Pedro
Roig es una fuente primaria de la historia de Cuba, no solo por ser
historiador y tener una vida de reflexiones sobre el problema de
este país, sino también por sus esfuerzos revolucionarios en su
adolescencia". Al expresar esta opinión, Montaner no precisó si Roig
había, en su juventud, colocado bombas en cines y tiendas de La
Habana, como él lo hizo.
Radio y TV Martí son nada menos que un antro de nepotismo y de
amiguismo, donde solo sobreviven los privilegiados del "círculo de
amigos" de la dirección, según un amplio reportaje publicado por
Poder 360° , importante revista del mundo de los negocios difundida
en varios países latinoamericanos, en su sitio web en inglés.
Un informe de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado
norteamericano reveló que Alberto Mascaró, el sobrino de la esposa
de Pedro Roig, fue contratado —gracias a Roig— como director del
servicio latinoamericano de la Voz de América.
El documento también reporta detalladamente que en febrero del
2007, el exdirector de la programación de TV Martí, "conjuntamente
con un pariente de un miembro del Congreso" (sin identificar), ha
confesado su culpabilidad en una corte federal por haber recibido
cerca de 112 000 dólares en comisiones ilegales de parte de un
contratista.
Para matricularse, llamar al Instituto. "Capacidad limitada",
dicen.