Este novedoso programa de estudio tiene una duración de un año y
medio: en los doce primeros meses los estudiantes reciben la teoría
en el propio centro, y en los restantes realizan la práctica
profesional en distintas unidades, explica a Granma Mario
Gámez Acosta, director del plantel, único de su tipo en el país y
ubicado en el capitalino municipio de La Habana Vieja.
"De esta manera, señala, tratamos de buscar una mayor estabilidad
de nuestras fuerzas, uno de los problemas que ha tenido la Aduana en
los últimos tiempos".
Aunque este año el curso estuvo destinado solamente a los jóvenes
varones que concluyeron su servicio militar activo; en septiembre
próximo se incorporarán algunas muchachas provenientes del Instituto
Vocacional Preuniversitario del Ministerio del Interior y graduadas
del centro de enseñanza media superior del Mariel, por la
importancia económica que tendrá esa zona para el país.
La integralidad en la formación de los 97 educandos que cursan
actualmente esta modalidad se garantiza a través de un conjunto de
asignaturas como Normativa y Gestión Aduanera, Enfrentamiento,
Comercio internacional, Transporte, Economía y Finanzas, Idioma,
Computación, entre otras.
Annia Licea Vázquez, profesora de Calidad Aplicada a los
Servicios de la Aduana, comenta que esta materia se insertó
recientemente a dicho plan de estudios. "Como indica su nombre,
enfatiza en el tema de la calidad de los servicios, así los
muchachos sabrán, cuando comiencen a trabajar, los parámetros de
calidad de la labor que realizan".
Además de preparar a técnicos de nivel medio en Aduana, la ENFA
continúa con diferentes variantes en la formación del personal, que
van desde cursos básicos hasta de superación. En un año de trabajo
preparamos cerca de 1 000 alumnos, explica nuevamente Gámez Acosta.
Jóvenes como Roberto Ruiz Torres y Elio Castillo Piñeiro
pertenecerán a la primera promoción de graduados como técnicos de
nivel medio en Aduana cuando terminen sus estudios a finales de este
mes. Dentro de poco deberán poner en práctica lo aprendido, y no de
manera mecánica, sino con el respeto, la cordialidad y la disciplina
que merecen los ciudadanos.