Sin embargo, posee una industria con equipos de más de 30 años de
explotación y líneas de producción obsoletas, a lo que debe sumarse
la carencia de piezas de recambio.
Esas realidades, junto a superficiales estudios de factibilidad y
la falta de integralidad al emprender una inversión, tuvieron un
reflejo negativo en el desempeño productivo de la entidad.
Con el fin de detener el decrecimiento de la capacidad de las
maquinarias, el MICONS emprende un proceso inversionista en la
industria encaminado a garantizar un mayor aprovechamiento de su
rendimiento tecnológico y lograr respuestas a las demandas, tanto en
su rama productiva como en la petroquímica, el níquel o el polo
turístico.
Esta estrategia, contenida en un proyecto de cinco años en
ejecución, pretende hacerse efectiva mediante un programa ordenado
de mantenimiento, la sustitución de piezas con desgaste utilitario y
la salida por reposición de máquinas que ya tienen su vida útil
vencida y no hay una vía factible para su recuperación, explicó a
Granma Manuel Piñero, director de Mantenimiento y Tecnología del
Grupo Empresarial Industrial de la Construcción.
El directivo indicó que por concepto de reparaciones
tecnológicas, el volumen de inversiones se ha concentrado,
fundamentalmente, en la actividad de producción de áridos, o sea, la
piedra y la arena.
"Como es lógico, el mundo ha ido perfeccionando su tecnología y
el país ha tratado de desarrollarse a pesar de las complejas
condiciones económicas. Hemos simplificado el proceso, redujimos de
tres a dos los molinos capaces de disminuir el tamaño de las piedras
a fracciones ideales para nuestros procesos de producción", apuntó.
El programa posibilita un ahorro de los portadores energéticos.
Del 2005 al 2006 la industria tenía un índice de consumo de 9,54 kW
por metro cúbico de árido directo de la molienda y hoy logra 5,17.
Asimismo, el trasiego de materiales se ha descomplejizado pues se
hace con menos transportadores y equipos.
En esa actividad del árido, en la parte de los equipos no
tecnológicos que integran el flujo productivo desde la excavación,
el acarreo del material, su carga y el traslado hacia el molino, hay
maquinarias castigadas por el paso del tiempo que deben ser
repuestas; y hacia allí también va dirigida la atención, enfatizó.
Conjuntamente, continúan la búsqueda de nuevos frentes que
brinden materias primas de calidad superior.
Actualmente —advirtió Piñero—, algunas canteras presentan
contaminación de nuestras arcillas, por lo que estamos evaluando
nuevas perspectivas para el acondicionamiento de yacimientos de
arena natural, arcilla y otros insumos para el sector industrial.
"Se trabaja para activar los dos combinados de cerámica roja que
se encuentran paralizados desde los azotes de los huracanes en el
2008: ya se encuentran avanzadas las labores de remodelación del
combinado de San Cristóbal, en la provincia de Artemisa, las cuales
culminarán en el mes de diciembre próximo, y el ubicado en Managua
debe terminar su reparación en mayo del 2012 por trabajos
adicionales que deben ser ejecutados en su estructura".
Con un plan de mantenimiento anual, apoyado por la iniciativa de
los trabajadores, el Grupo lleva a cabo una política para impedir
que las maquinarias pierdan sus parámetros técnicos. La reciente
reparación de la fábrica de baldosas de Artemisa es una muestra de
los frutos que pueden dar la unión de la modernización con las ideas
que surjan de los colectivos comprometidos con su producción.
"No todo tiene que solucionarse con inversiones. Con estabilidad
de capital de trabajo y una programada estrategia de mantenimiento
los resultados pueden ser promisorios. El cumplimiento de los planes
productivos al cierre del primer cuatrimestre del año lo avalan".