Al menos 16 personas murieron este viernes en distintas regiones
de Siria a causa de enfrentamientos entre efectivos de seguridad y
opositores, que se manifestaron en esta capital y en tres de las
principales ciudades del país.
Voceros de organizaciones que demandan la renuncia del presidente
Bashar Al-Assad acusaron al Ejército de disparar contra civiles en
las localidades de Homs y en Deir Al-Zour, aunque el Gobierno
reportó la muerte de un policía y culpó de ello a bandas criminales
armadas, reporta Prensa Latina.
La televisión estatal confirmó el deceso de un agente del orden
por agresiones de los que definió como terroristas, que también
provocaron heridas a otros 20 uniformados, seis de ellos durante un
ataque a una estación en Deir Al-Zour (centro).
A su vez, la agencia oficial de noticias SANA informó que tres
policías también resultaron heridos en el barrio damasceno de Qabune,
y describió como de poca envergadura las movilizaciones capitalinas.
Por su lado, un portavoz opositor indicó que dos civiles
perecieron allí, igual número en Homs (centro) y en Dael (sur), y
uno en Douma, en las afueras de Damasco, al tiempo que nueve más
sufrieron lesiones por supuestos disparos de las fuerzas de
seguridad.
Otros reportes imposibles de verificar de forma independiente
indicaron, además, que nueve personas perdieron la vida en Homs, dos
en Harasta, en las afueras de la capital, y una en la norteña Aleppo.
De acuerdo con distintas fuentes, los choques más intensos
ocurrieron en Jisr Al-Shughour, que la semana pasada fue tomada por
el Ejército para imponer el orden, y en Maarat An-Nouman y Khan
Shaykhun, todas en la provincia conservadora de Idleb, con
predominio sunnita.
Miles de sirios se movilizaron este viernes después de las
oraciones musulmanas en el poblado de Kiswa, al sur de Damasco, con
consignas y pancartas en las que se leía véte, en alusión a Al-Assad,
y el pueblo desea la caída del régimen.
Las autoridades mantuvieron la concentración de tanques,
vehículos blindados y soldados en Maarat An-Nouman y Khan Shaykhun,
y reiteraron que continúan persiguiendo a terroristas y actuarán con
severidad contra todo acto desestabilizador.
En medio del clima de tensión, medios oficiales anunciaron que el
presidente Al-Assad dirigirá un discurso a la nación la próxima
semana, previsiblemente el domingo, para analizar la situación
nacional y revelar alguna estrategia dirigida a revertir la crisis.
Analistas vieron como una concesión la renuncia del magnate Rami
Makhlouf, primo del mandatario, a sus negocios para, según dijo,
crear empleos, hacer caridad y dejar de ser un obstáculo para Siria,
su pueblo y su presidente, pero la oposición se mostró escéptica.