Usando primordialmente a muchos pacientes latinos o de habla
hispana para cobrar demandas fraudulentas al seguro de compensación
al trabajador, doctores del condado de Orange fueron acusados de
estafar al sistema de salud por más de 17 millones de dólares.
El fiscal Tony Rackauckas, junto al comisionado de Seguros de
California, Daves Jones, anunciaron el caso contra un radiólogo de
Newport Beach y otro de Malibú, así como a dos asociados, quienes a
través de una clínica fraudulenta de Buena Park, cometieron por lo
menos 883 delitos graves de fraude de seguros.
Por ley, empleadores de California deben mantener seguros de
compensación al trabajador para pagar por incapacidades o lesiones
laborales que les impidan trabajar.
En este caso archivado en Orange, la mayoría de los empleados que
eran lastimados en industrias de la construcción o la manufactura
eran referidos por los abogados que llevan sus casos a buscar
clínicas que podrían realizar revisiones médicas.
Según la Fiscalía los especialistas tenían una clínica en Buena
Park y utilizaban a estos pacientes solo para cobrar por servicios
que nunca realizaban, incluyendo una "terapia" especializada que no
es aprobada por ninguna junta de vigilancia de la profesión médica.
El caso es tan grande que aún no se puede estimar el monto total
de lo que los médicos pudieron haber defraudado al sistema en los
años que han operado. Para procesar el caso criminalmente, los
investigadores trataron de construir el mismo revisando solo los
archivos que cubren un periodo de un año.
En este lapso, cobraron por revisiones de epilepsia o ataques a 1
247 pacientes, lo cual asciende a por lo menos 8,4 millones de
dólares de dinero defraudado, "pero durante todo este periodo de
tiempo ninguno de ellos recibió tratamiento de parte de estos
acusados".
La investigación se inició en el 2008, luego que dos empleados de
este presunto centro médico se quejaron de condiciones no sanitarias
en el establecimiento de Buena Park.
Tras atender a la queja, se encontraron irregularidades en los
cobros provenientes de esta clínica que presuntamente daba terapia
para personas con problemas en poder conciliar el sueño.
"Este caso es importante porque esto manda una señal a otros que
puedan estar haciendo esto, a pensarlo dos veces antes de realizar
un fraude" expresó el comisionado de seguros.