Mayor premio al Heberprot-P

Ortelio González y Rigo Triana

Ya dejó de ser noticia que el medicamento cubano inyectable Heberprot-P revoluciona los tratamientos de los pacientes aquejados por úlceras del pie diabético.

Conocido es que su empleo reduce el número de amputaciones de los miembros inferiores, acelera la cicatrización del tejido dañado, reduce los costos hospitalarios y permite una reinserción más rápida a la vida social.

Sin embargo, pese a tantas bondades, su aplicación no ha alcanzado las dimensiones esperadas.

PREPARARSE PARA LOS CAMBIOS

Es sorprendente ver cómo, en menos de un lustro, el Heberprot-P tejió una cadena de éxitos respaldados por numerosos lauros. El pasado año mereció el Premio Especial de la Feria Internacional de La Habana al producto novedoso de mayor dinámica comercial, mientras en marzo último recibió la Medalla de Oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), institución que en abril le confirió también el premio al Mejor Inventor Joven.

Mas las glorias no llenan de vanidad a sus creadores, quienes muestran inconformidad al considerar que las terapias tienen posibilidades de una extensión mayor, tanto en Cuba como en el exterior.

Por esa razón, los doctores Jorge Berlanga Acosta y Ernesto López Mola, pertenecientes al Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, realizan conferencias en varias provincias para extender los conocimientos sobre el novedoso producto y de esa forma aumentar sus aplicaciones.

Durante la estancia en el hospital provincial Doctor Antonio Luaces Iraola, de Ciego de Ávila, ambos expertos coincidieron en que todavía en el país no se llega a atender la mitad del potencial de pacientes que sufren tales afecciones.

Para lograr ese fin es necesario fortalecer la preparación de angiólogos, endocrinos, enfermeros y podólogos, de manera que puedan resolver la mayor cantidad de casos, unos a través de la prevención en las áreas de salud, los de menor complicación en los policlínicos, y los de mayores riesgos en los hospitales.

El doctor López Mola señaló que el surgimiento del Heberprot-P, único de su tipo en el ámbito mundial, cambia los paradigmas en el manejo de las úlceras del pie diabético.

Añadió que durante los cuatro años de iniciadas estas labores asistenciales llegaron a más de 5 300 los pacientes beneficiados en la nación, según las estadísticas de quienes ejercen las curas; sin embargo, se estima que Cuba debiera incluir más de 200 pacientes por semana, y la cifra real no rebasa los 50.

Según esos datos, en Ciego de Ávila existe constancia de la atención a 240 personas aquejadas por úlceras del pie diabético, de las que buena parte no se concentra en la capital provincial.

Morón es ejemplo de los progresos en estos tratamientos, de acuerdo con el criterio del doctor Jorge Luis Morales Florat, angiólogo del hospital local Roberto Rodríguez Fernández, quien afirma que los estudios realizados en el centro muestran resultados similares a los alcanzados en los hospitales Doctor Antonio Luaces Iraola, de Ciego de Ávila, y los capitalinos Hermanos Ameijeiras y el Instituto Nacional de Angiología.

Los expertos señalan que la inventiva cubana llena un vacío en la terapéutica de estos casos; pero el mayor premio, el que se va por encima de todo, es el del paciente curado. Crecer en este tipo de lauros —los verdaderamente gratificantes—, debe concentrar los esfuerzos de especialistas e instituciones de la salud.

 

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