Estudia,
piensa, trabaja, lucha y ten paciencia. Son cinco elementos del
decálogo del profesional que se desempeñe como abogado, los cuales
devienen componentes indispensables en la vida del flamante campeón
panamericano del karate-do cubano: Dennis Novo Hernández (-67 kg).
El capitalino de 19 años y quien deslumbró con su arsenal técnico
a los presentes en el XXV certamen continental, con escenario en la
ciudad mexicana de Guadalajara, inició su camino por el segundo arte
marcial más practicado del mundo cuando solo contaba con cinco
abriles. Mas confiesa que "siempre tuve el principio, guiado por mi
hermano, de ser un gran karateka pero también un buen abogado".
Hacia esta profesión lo inclinó su padre, pues "él hubiese
querido estudiarlo. Es una carrera complicadísima pero me gusta.
Toda mi familia me apoya y exhorta a terminar los estudios de
Derecho. Estoy en primer año, recién comienzo esta gran experiencia.
Es cierto, duermo poco, tengo mucho ajetreo pues cuesta trabajo
estudiar y entrenar, cosa que hasta este instante fluye".
Con su sencillez habitual, Dennis manifiesta que sobre el tatami
prefiere combinar las técnicas del doble paso y el gyaku tsuki
(golpe frontal al abdomen con el puño), a su criterio "fundamentales
y las más seguras en este deporte". Además, trata de llevar al
contrario a su sistema de pelea, con rápidos desplazamientos, amén
de atacar en busca del primer punto: "si empiezo arriba en el
marcador veo el combate de otra manera. Luego busco la anticipación
para evitar que me sorprendan con barridos".
Para encarar la lid azteca, Dennis reforzó su preparación hacia
la resistencia. "Siempre he tenido problemas con la capacidad
anaeróbica, he hecho énfasis en mejorarla con buenos dividendos".
Para ello intensificó la carrera y los ejercicios de tiempos
prolongados.
"Como decía un sensei (maestro): "el karate-do es como el
agua hirviente, si dejas de calentarla se enfría, y por eso uno
siempre debe tener su arma afilada".
Así Dennis se perfila como la principal carta de triunfo
antillana rumbo a Guadalajara, y asegura haber cambiado su forma de
pensar cuando entra al jogai (área de competencia): "Quería
imaginarme el combate antes del comienzo, pensaba una cosa y venía
otra. Ahora no pienso en nada, simplemente ejecuto, porque una vez
lo entreno me imagino que lo tengo en la mente. El karate-do es muy
dinámico y adivinar sería errar".