Sarah Palin toma los cines

ROLANDO PÉREZ BETANCOURT
rolando.pb@granma.cip.cu

Temerosa del filme que sobre ella prepara la cadena HBO, quizá alertada acerca de los no pocos aspectos escabrosos que haciendo justicia con la realidad tendrá que desplegar la película, Sarah Palin prepara una respuesta fílmica anticipada en el documental Invicta, que a toda vela ha filmado el cineasta conservador Stephen K. Bannonm.

Julianne Moore como Sarah Palin en el el filme de la HBO.

El propósito es que Invicta, con dos horas de duración y realizado en secreto, se estrene en los cines este junio, un mes antes que El juego del cambio, el largometraje de la HBO que tendrá a Julianne Moore en el papel de la ex gobernadora de Alaska y a Ed Harris en la piel de John McCain, candidatos republicanos en las elecciones presidenciales del año 2008.

Un filme el de la HBO que no pienso ir a ver, ha declarado McCain, mientras que medios como The Daily Beast dudan de que el resultado final sea "fiel a los hechos" por la manía de Hollywood de "contratar actores liberales" (léase de izquierdas).

El juego del cambio, que presenta como subtítulo La trastienda de las elecciones americanas, es un biopic sobre la Palin con especial atención en los momentos en que ella irrumpe en aquella contienda tras seleccionarla McCain como candidata a la vicepresidencia. Un supuesto as de triunfo con fotogenia de estrella que muy pronto pondría de manifiesto su impericia política, junto a un conservadurismo fundacional criticado, pero que también cautivó a más de unos cuantos.

Para la filmación de Invicta, el propio realizador Stephen K. Bannonm, con joyitas ultra conservadoras en su haber como Battle for America y Generation Zero, puso un millón de dólares de su bolsillo. Al contrario de la película de la HBO ––cadena que suele tratar con cierta objetividad temas políticos internos de su sociedad, como el pucherazo de Bush en la Florida frente a Al Gore––, nadie duda que Invicta será una obra de lavado de imagen y promoción que pasará por alto los episodios menos edificantes de la candidata a la presidencia.

Hasta aquí elementos relacionados con el cine y las dos películas acerca de Sarah Palin, pero coincidentemente se captan señales que, encadenadas, pudieran propiciar especulaciones entre especialistas, no precisamente del ámbito cinematográfico:

Si bien es cierto que hace unos días la lista de posibles candidatos republicanos a la presidencia parecía cerrada, y Sarah Palin mantenía un perfil bajo tras una encuesta desfavorable, ahora acaba de anunciar una gira nacional por importantes sitios ligados con la historia del país ("Es imperativo que nos conectemos con nuestros fundadores, nuestros patriotas, nuestros desafíos y victorias para ver con claridad nuestro camino por delante".)

El estreno de Invicta será en Iowa, estado clave en el proceso de primarias republicanas; Sarah Palin volvió a contratar a sus antiguos asesores y al costo de 1,7 millones de dólares, compró una casa en Arizona, muchos más favorable para una posible campaña que la lejana Alaska.

Según sus partidarios, ella tiene suficiente imagen como para saltarse los procesos iniciales de una campaña y, aunque llegue tarde, vencer a unas figuras sin brillo.

¿Volver el símbolo de "la América" ultraconservadora, esta vez por la presidencia?

Sus asesores políticos han dicho que "a lo mejor".

Ella, que lo pensará durante su recorrido nacional con discursos y repercusión mediática garantizados.

Habría que ver entonces qué tan buena es la película de la HBO y cuánto puede hacer en ese viejo duelo que sostienen el cine y la política.

 

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