Analizar cualquier inquietud referida a esta nueva práctica, sin
tener en cuenta con objetividad el elemento producción, sería ver
solamente una cara de la moneda. Por eso adquiere vital importancia
la evaluación sistemática de la demanda de la población, aspecto en
el que desempeñan un papel determinante las investigaciones que
realizan las Empresas Mayoristas de Artículos Industriales
—popularmente conocidas como Universales.
"Las empresas Universales tienen en cuenta la demanda y, en la
medida de las posibilidades reales de abastecimiento, tratamos de
dar respuesta a ella. Por ejemplo, en estos momentos sabemos que son
muy solicitados los áridos —sobre todo arena—, y los bloques, pero
no podemos llevar esos productos a los puntos de venta cada vez que
se termine un cargamento. La producción no lo permite", fundamenta
Odalis Escandel, viceministra del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN).
Veintiún días llevaba Luz Martínez, "cuidando" la cola en uno de
los puntos de venta del municipio de La Habana Vieja para adquirir
unos pocos metros cúbicos de arena. "Igual me pasó para comprar la
gravilla hace unos meses atrás, y eso que yo nada más estoy
‘echando’ la placa de la casa", dijo.
Con los bloques sucede otro tanto. "El día que llega el camión
con la mercancía, en la cola ni ‘los vemos pasar’", comentó un
cliente entre angustiado e inseguro. Igual criterio tienen los
administradores, quienes consideran que casi siempre el primero de
la cola compra todos los bloques o la mayoría de ellos sin que
lleguen siquiera a almacenarse.
"Hemos comprobado que el bloque de 5 pesos es uno de los
materiales más solicitados por la población, por tanto el que más
rápido se agota. Y aunque el monitoreo constante del comportamiento
de las ventas nos va diciendo hacia dónde se encaminan las
necesidades de la población, todavía nuestras producciones no están
acordes con ellas", dice Rafael Soler Dechapells.
Contradictoriamente, en el momento de redactar este reportaje, la
Empresa PROVARI, por ejemplo, tenía como inventario en sus almacenes
más de medio millón de bloques producidos este año para los cuales
el Ministerio de Transporte no había garantizado transportación.
Solo en La Habana se producen diariamente unos 20 mil bloques, de
los cuales apenas se pueden transportar como promedio unos 6 mil.
En este punto se vislumbra entonces otra deficiencia que reafirma
la falta de integralidad que "colorea" este proceso: la
transportación continúa siendo insuficiente.
Si se hubiera tenido más en cuenta la dependencia entre los
diversos factores que intervienen en la venta liberada de materiales
de la construcción, ¿existirían hoy estas lagunas? Si se hubieran
armonizado las responsabilidades de cada una de las partes, ¿cuántos
bloques estarían ya en manos de la población? ¿Cuántos recursos
destinados a este programa llegarían hoy a su verdadero destino?
Igualmente resulta inadmisible que ante la demanda insatisfecha
del pueblo, subsistan potencialidades productivas desaprovechadas.
"El desarrollo local de materiales es una de esas variantes que
puede aportar mucho más al programa. Estas iniciativas significan
además, un ahorro incuestionable de portadores energéticos y de
recursos como el transporte", asegura el Viceministro del MICONS.
Y añade: "Lo más lamentable es que en muchos casos existen
producciones —como las de hormigón y cerámica— en las localidades
que podrían ser muy útiles y no se expenden en la red minorista. La
única provincia donde se manifiesta una oferta acorde con los
niveles de producción es Granma. Allí se han codificado
prácticamente todos los materiales de producción local y los
venden".
Para estos productos que circulan localmente —señala Odalis
Escandel—se ha decidido que los precios se formen en los propios
territorios para hacer menos engorroso el proceso. No obstante, aún
no se logra celeridad en todos los lugares.
Por otra parte, a falta de materiales suficientes para satisfacer
las exigencias de la población, en algunos establecimientos se ha
decidido limitar su compra a una cantidad previamente acordada entre
las entidades municipales y los administradores. "Si no lo hacemos
así, unos pocos compran toda la arena o todos los bloques, productos
con mucha demanda en estos momentos. Esta vez solo he vendido tres
metros cúbicos de arena por cliente", aduce el administrador del
punto de venta del municipio del Cerro.
Amén de la incuestionable lógica de esta decisión, ningún
administrador está facultado para tomar semejante prerrogativa,
aseguran directivos del Ministerio de Comercio Interior.
"Sabemos que el acopio de materiales por personas inescrupulosas
es un peligro latente, pero también tenemos que tener claro que
estamos hablando de una venta liberada, donde la población puede
comprar la cantidad que desee de cualquier producto. Si no lo
hacemos así, violamos completamente lo establecido para esta
experiencia", refiere Mary Blanca Ortega, viceministra primera de
Comercio Interior.
Casi siempre el acaparador es un cliente asiduo y sobresale entre
la multitud, es ahí donde toca, tanto a directivos como
administradores, ejercer el verdadero papel que les corresponde para
que en cada punto de venta se realice un adecuado control de la
mercancía. ¿Para qué puede una persona necesitar cantidades
irracionales de un producto?
En fin, se trata de garantizar que la venta liberada de
materiales de la construcción no se convierta en un obstáculo para
adquirirlos, sino en una alternativa más para quienes los necesiten.
Pretender que el Estado facilite la adquisición de estos materiales
sin apoyar la ejecución de la medida con control y exigencia en cada
uno de los puntos es un proceder irresponsable, pues ante todo deben
ser la coherencia y la sensatez quienes conduzcan esta práctica.
Nadie pone en duda la complejidad de esta nueva política de
comercialización, no obstante, la cotidianidad demuestra que su
puesta en marcha requiere todavía de mucha más coherencia,
disciplina y dedicación por parte de los directivos encargados de
rectorarla. Urge pues, que tanto los ministerios como las empresas y
organismos involucrados en su funcionamiento, comiencen a ocuparse
del tema con mayor integralidad, solo así se logrará el propósito de
avanzar en la oferta. Solo así la desorganización, que hasta hoy ha
caracterizado este programa, dejará de hacer mella en los buenos
propósitos que entraña la venta liberada de materiales de la
construcción.
En sus marcas, listos… ¿dónde están los materiales?
(Primera parte)
En sus marcas, listos... ¿dónde están los
materiales? (Segunda parte)