En sus marcas, listos… ¿dónde están los materiales?

(Tercera parte y final)

Luego de dos reportajes anteriores Granma concluye en esta edición un primer acercamiento a las particularidades que han caracterizado el inicio de la venta liberada de materiales de la construcción

YAIMA PUIG MENESES

Aun cuando el cambio de la forma de comercializar los materiales de construcción no implica que hoy la producción satisfaga las necesidades acumuladas por las familias, esta es una de las principales medidas para estimular el incremento de viviendas edificadas por esfuerzo propio, alternativa que contribuirá a disminuir el déficit habitacional", asegura a Granma Rafael Soler Dechapells, viceministro del Ministerio de la Construcción (MICONS).

Foto: Otmaro RodríguezLos áridos son generalmente los materiales más solicitados por la población.

Analizar cualquier inquietud referida a esta nueva práctica, sin tener en cuenta con objetividad el elemento producción, sería ver solamente una cara de la moneda. Por eso adquiere vital importancia la evaluación sistemática de la demanda de la población, aspecto en el que desempeñan un papel determinante las investigaciones que realizan las Empresas Mayoristas de Artículos Industriales —popularmente conocidas como Universales.

"Las empresas Universales tienen en cuenta la demanda y, en la medida de las posibilidades reales de abastecimiento, tratamos de dar respuesta a ella. Por ejemplo, en estos momentos sabemos que son muy solicitados los áridos —sobre todo arena—, y los bloques, pero no podemos llevar esos productos a los puntos de venta cada vez que se termine un cargamento. La producción no lo permite", fundamenta Odalis Escandel, viceministra del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN).

Veintiún días llevaba Luz Martínez, "cuidando" la cola en uno de los puntos de venta del municipio de La Habana Vieja para adquirir unos pocos metros cúbicos de arena. "Igual me pasó para comprar la gravilla hace unos meses atrás, y eso que yo nada más estoy ‘echando’ la placa de la casa", dijo.

Con los bloques sucede otro tanto. "El día que llega el camión con la mercancía, en la cola ni ‘los vemos pasar’", comentó un cliente entre angustiado e inseguro. Igual criterio tienen los administradores, quienes consideran que casi siempre el primero de la cola compra todos los bloques o la mayoría de ellos sin que lleguen siquiera a almacenarse.

"Hemos comprobado que el bloque de 5 pesos es uno de los materiales más solicitados por la población, por tanto el que más rápido se agota. Y aunque el monitoreo constante del comportamiento de las ventas nos va diciendo hacia dónde se encaminan las necesidades de la población, todavía nuestras producciones no están acordes con ellas", dice Rafael Soler Dechapells.

Contradictoriamente, en el momento de redactar este reportaje, la Empresa PROVARI, por ejemplo, tenía como inventario en sus almacenes más de medio millón de bloques producidos este año para los cuales el Ministerio de Transporte no había garantizado transportación. Solo en La Habana se producen diariamente unos 20 mil bloques, de los cuales apenas se pueden transportar como promedio unos 6 mil.

En este punto se vislumbra entonces otra deficiencia que reafirma la falta de integralidad que "colorea" este proceso: la transportación continúa siendo insuficiente.

Si se hubiera tenido más en cuenta la dependencia entre los diversos factores que intervienen en la venta liberada de materiales de la construcción, ¿existirían hoy estas lagunas? Si se hubieran armonizado las responsabilidades de cada una de las partes, ¿cuántos bloques estarían ya en manos de la población? ¿Cuántos recursos destinados a este programa llegarían hoy a su verdadero destino?

Igualmente resulta inadmisible que ante la demanda insatisfecha del pueblo, subsistan potencialidades productivas desaprovechadas.

"El desarrollo local de materiales es una de esas variantes que puede aportar mucho más al programa. Estas iniciativas significan además, un ahorro incuestionable de portadores energéticos y de recursos como el transporte", asegura el Viceministro del MICONS.

Y añade: "Lo más lamentable es que en muchos casos existen producciones —como las de hormigón y cerámica— en las localidades que podrían ser muy útiles y no se expenden en la red minorista. La única provincia donde se manifiesta una oferta acorde con los niveles de producción es Granma. Allí se han codificado prácticamente todos los materiales de producción local y los venden".

Para estos productos que circulan localmente —señala Odalis Escandel—se ha decidido que los precios se formen en los propios territorios para hacer menos engorroso el proceso. No obstante, aún no se logra celeridad en todos los lugares.

CONTROL DEL DETALLE

Por otra parte, a falta de materiales suficientes para satisfacer las exigencias de la población, en algunos establecimientos se ha decidido limitar su compra a una cantidad previamente acordada entre las entidades municipales y los administradores. "Si no lo hacemos así, unos pocos compran toda la arena o todos los bloques, productos con mucha demanda en estos momentos. Esta vez solo he vendido tres metros cúbicos de arena por cliente", aduce el administrador del punto de venta del municipio del Cerro.

Amén de la incuestionable lógica de esta decisión, ningún administrador está facultado para tomar semejante prerrogativa, aseguran directivos del Ministerio de Comercio Interior.

"Sabemos que el acopio de materiales por personas inescrupulosas es un peligro latente, pero también tenemos que tener claro que estamos hablando de una venta liberada, donde la población puede comprar la cantidad que desee de cualquier producto. Si no lo hacemos así, violamos completamente lo establecido para esta experiencia", refiere Mary Blanca Ortega, viceministra primera de Comercio Interior.

Casi siempre el acaparador es un cliente asiduo y sobresale entre la multitud, es ahí donde toca, tanto a directivos como administradores, ejercer el verdadero papel que les corresponde para que en cada punto de venta se realice un adecuado control de la mercancía. ¿Para qué puede una persona necesitar cantidades irracionales de un producto?

En fin, se trata de garantizar que la venta liberada de materiales de la construcción no se convierta en un obstáculo para adquirirlos, sino en una alternativa más para quienes los necesiten. Pretender que el Estado facilite la adquisición de estos materiales sin apoyar la ejecución de la medida con control y exigencia en cada uno de los puntos es un proceder irresponsable, pues ante todo deben ser la coherencia y la sensatez quienes conduzcan esta práctica.

Nadie pone en duda la complejidad de esta nueva política de comercialización, no obstante, la cotidianidad demuestra que su puesta en marcha requiere todavía de mucha más coherencia, disciplina y dedicación por parte de los directivos encargados de rectorarla. Urge pues, que tanto los ministerios como las empresas y organismos involucrados en su funcionamiento, comiencen a ocuparse del tema con mayor integralidad, solo así se logrará el propósito de avanzar en la oferta. Solo así la desorganización, que hasta hoy ha caracterizado este programa, dejará de hacer mella en los buenos propósitos que entraña la venta liberada de materiales de la construcción.

En sus marcas, listos… ¿dónde están los materiales? (Primera parte)

En sus marcas, listos... ¿dónde están los materiales? (Segunda parte)

 

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