¿Pasta con aire? Tras
recepcionar un grupo de inconformidades en torno a la pasta dental
vendida en moneda nacional, un equipo de nuestro diario visitó las
instalaciones donde esta se fabrica y envasa
CELIA PÉREZ
celia@granma.cip.cu
A pesar de que la crema dental Dentex, con tubo laminado, cómodo,
y una fórmula completamente mejorada, constituyó un gran avance
respecto a la pasta Perla de hace una década, de no muy agradable
sabor y con un tubo de aluminio sin impresión, aún no todos los
consumidores están conformes con el producto.
El
proceso de envase ocurre tras compuertas de acrílico imposibles de
abrir mientras la línea está en movimiento.
Ricardo Trujillo, director general de la Unión Suchel,
perteneciente al Ministerio de la Industria Ligera, afirma que desde
hace muchos años existe la voluntad de mejorar en todo lo que sea
posible los productos de higiene y aseo de la canasta básica, ahora
en venta liberada.
Especifica, no obstante, que se trata en este caso de una crema
económica, con una fórmula adecuada a su categoría. Para mejorarla,
sería necesario un incremento del gasto en su producción, con una
elevación por tanto de su precio, explica.
El
dilema del sello
Odalys Valdivia Moya, residente en el Cerro, La Habana, opina:
"El mayor problema es que algunos tubos vienen con sello y otros no.
¿Cómo saber entonces si el que nos tocó no está adulterado?".
Carlos Manuel Almendares, quien se encarga de vender estos
productos en una de las unidades seleccionadas del capitalino
municipio de Plaza de la Revolución, expresó que efectivamente la
pasta es de los artículos menos populares entre los consumidores.
"Nunca los devuelven, pero la mayoría se queja de que vienen con
aire, aunque en esta unidad, cuando se abren las cajas, los tubos
siempre los encontramos sellados", agregó.
Todos los tubos de pasta, incluyendo a las marcas líderes del
mercado mundial, contienen aire en su interior, explica a Granma
Luz Elena Ronda, directora de Producción y Ventas de la Unión Suchel.
"Es imposible envasar al vacío por dos motivos: primero, porque
la máquina no sella el tubo si el fin del mismo contiene residuos de
pasta, y segundo, porque el tubo podría estallar".
Sobre que algunos estén sellados o no, comenta que el 70 % de los
tubos se importan y vienen sellados en la boca; mientras que el 30 %
restante es de fabricación local y tecnológicamente es imposible
sellarlos. De cualquier forma, asegura, no es práctica usual en el
mundo el sellado de este producto, como se verifica en aquellas
cremas que se expenden en las tiendas recaudadoras de divisas.
Fuera
las manos
En la industria, el proceso de envase de la crema Dentex es
completamente mecánico. Las manos solamente intervienen para colocar
los tubos vacíos al comienzo de la línea de llenado.
De forma automática y en fracciones de segundos, una máquina
llena el tubo, lo sella por el fondo, lo fecha y lo expulsa. El
proceso transcurre en una gran caja de acrílico transparente a
través de la cual se puede ver el envasado, pero por cuestiones de
seguridad no se puede abrir; si por alguna razón esto sucede, el
mecanismo se detiene.
La cantidad de crema establecida para cada tubo es 120 gramos; si
a ello le sumamos el peso del tubo, queda en 126 gramos. Cada diez
minutos se toman muestras de los tubos ya expulsados y listos, se
pesan, y de ser necesario se realizan las correcciones necesarias.
No obstante, para irnos de la fábrica con la mayor certeza de que
el envasado allí cumple con las normas de calidad, nuestro equipo
tomó muestras al azar de lotes producidos en días anteriores y de
cajas ya listas para abandonar la fábrica. Invariablemente, el peso
resultó ser el indicado.
Entre las opiniones que Granma recogió respecto a este
tema, la doctora Liana Fernández Arce, de La Habana Vieja, expuso:
"No creo que la pasta tenga mayores problemas. Hay un gran número de
personas que viven pendientes de todo para criticarlo. Parece que
nadie se acuerda de los tubos metálicos".
Ello no quiere decir que nos conformemos ante la irregularidad de
algún producto cuando esta se compruebe, pero tampoco puede
tratarse, en el momento actual, de "inflar" sospechas y
descontentos. En relación con la calidad, es preciso además tener en
cuenta el criterio de la industria: elevarla es posible, pero no
manteniendo el actual precio. |