Parlamentarios y
líderes de partidos de la oposición en Chile criticaron el proceder
represivo de la policía de Carabineros frente a la protesta social y
lo estimaron incompatible con un Estado de Derecho.
Como signo del tal cuestionamiento, el Senado chileno aprobó en
forma unánime un proyecto de acuerdo en el que pide al Ministerio
del Interior investigar los excesos de las fuerzas policiales en las
manifestaciones de la última semana en rechazo al lucro en la
educación y en contra del megaproyecto energético de Hidroaysén en
la zona de la Patagonia.
Los legisladores gestores de la iniciativa calificaron como un
claro e inaceptable abuso de poder policial los atropellos a las
expresiones públicas de descontento social e ilustraron cómo
incluso, entre más de un centenar de detenidos, se arrestó a un
diputado y a una excandidata presidencial.
Refirieron lo ocurrido en la ciudad de Coyhaique, capital de la
región de Aysén, donde "la caballería policial aplastó a
manifestantes que protestaban sentados".
Asimismo en Valdivia, Talca, Chillán, Temuco, Puerto Montt,
Antofagasta, Concepción, Valparaíso, Copiapó y en Santiago la
represión impidió realizar las protestas, señalaron.
La bancada del Partido Comunista en la Cámara de Diputados, instó
también a las autoridades del país a suprimir de todos los
protocolos que así lo avalen el uso de balines y bombas
lacrimógenas.
Acentuó esta semana el repudio a los procedimientos de las
fuerzas especiales, nuevas revelaciones sobre el grave impacto en la
salud, causado por dudosos componentes de las bombas lacrimógenas
que, según alertó el experto, son fabricadas exclusivamente para
Chile.
El clima político creado por el alarmante contenido químico de
los referidos gases, con alegados potenciales abortivos y
generadores incluso de edemas pulmonares, llevó al Gobierno chileno
a anunciar la víspera la suspensión del uso de las bombas
lacrimógenas.
"En muchos países las armas químicas están prohibidas, incluso en
las guerras, no puede ser que en el siglo XXI la opinión social sea
reprimida con armas químicas que generan dolor, sufrimiento,
imposibilitan a las personas respirar, generan crisis de bronquitis
obstructiva y descompensaciones cardiovasculares", subrayó el
presidente del Senado, Guido Girardi.
Otras voces consideraron que las autoridades deben desligarse de
todo método represivo.