La huelga de hambre de los maestros hondureños cumple hoy una
semana, sin que hasta el momento se avizore una solución a la crisis
del sector, iniciada hace más de dos meses.
Los docentes que mantienen el ayuno en la Plaza La Merced,
cercana al Congreso Nacional, exigen la reposición en sus puestos de
305 colegas suspendidos por sumarse a las protestas de marzo y abril
pasados, reportó Prensa Latina.
Sin embargo, el presidente Porfirio Lobo declaró la víspera que
no hay marcha atrás en la decisión de sancionar a los educadores y
que tampoco se les pagará el salario descontado por los días no
trabajados.
Los suspendidos ya están suspendidos, dijo Lobo.
Líderes del magisterio reiteraron, por su parte, la decisión de
continuar la protesta hasta que el gobierno de respuesta a sus
demandas.
Vamos a permanecer aquí hasta que seamos restituidos, declaró
Luis Sosa, dirigente del Colegio de Profesores de Educación Media de
Honduras.
Tres docentes mantienen el ayuno de manera permanente, mientras
que unos 50 se han sumado a la protesta por períodos de 24 a 48
horas.
Un grupo de maestros de la región, pertenecientes a la Federación
de Organizaciones Magisteriales de Centroamérica, podría
incorporarse en los próximos días a la huelga, afirmó la profesora
Janina Parada, una de las manifestantes.
Parada expresó su agradecimiento a los docentes latinoamericanos
que se solidarizaron con sus colegas hondureños y siguen de cerca la
problemática educativa en este país.
El reciente conflicto comenzó en marzo cuando los educadores
salieron a las calles para rechazar la privatización, exigir el pago
de salarios atrasados y la cancelación de la deuda del gobierno con
el Instituto Nacional de Previsión del Magisterio.
Las manifestaciones, extendidas durante cinco semanas, fueron
reprimidas por las fuerzas de seguridad, con saldo de una maestra
muerta, decenas de heridos y detenidos.