Una ley que autoriza a la policía a verificar la situación
migratoria de los detenidos entró hoy en vigor en el estado
norteamericano de Utah, en medio de fuertes críticas de diversas
organizaciones sociales, informó Prensa Latina.
Hasta última hora, la Unión Estadounidense para las Libertades
Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) intentó sin éxito bloquear
la iniciativa hasta la decisión de un magistrado.
El juez federal de distrito Clark Waddoups aceptó la pasada
semana una querella en contra de esa normativa.
La directora ejecutiva de la ACLU en Utah, Karen McCreary, afirmó
que esa medida es similar a una aprobada en Arizona y cuyas partes
más polémicas fueron suspendidas por la justicia en espera de un
fallo.
Por tal motivo, McCreary llamó a las autoridades del estado a
esperar por la decisión de Waddoups.
Entretanto, la gobernadora de Arizona, la conservadora Jan Brewer,
anunció que apelará ante la Corte Suprema del país un fallo de una
instancia inferior sobre la inconstitucionalidad de la ley
migratoria aprobada el pasado año en ese territorio.
La iniciativa, conocida como SB 1070, fue criticada por la Casa
Blanca y bloqueada en parte por la jueza Susan Bolton, y luego la
Corte de Apelaciones del Noveno Circuito ratificó ese veredicto en
abril último.
Mientras, el procurador estadual de Tennesse, Robert Cooper,
advirtió que un proyecto similar que estudia el Congreso del estado
es inconstitucional.
"La detención de una persona en base a una mera sospecha de que
su presencia en el país es ilegal podría ser equivalente a una
detención ilegal que viola las constituciones federal y estadual",
aseguró.
Varios estados, en especial los gobernadores por republicanos,
impulsan leyes parecidas, muy criticadas por los grupos defensores
de los derechos de los inmigrantes, gremios, abogados y religiosos.