Los niños alimentados con leche materna durante los primeros
cuatro meses de nacidos presentan menos problemas de conducta, en
comparación con los desprovistos de este nutriente natural.
Así lo corroboraron especialistas en una reciente investigación
con más de 10 mil niños y madres, que publica la revista
especializada Archives of Disease in Childhood, reporta Prensa
Latina.
Como parte de la metodología investigativa descrita en el
artículo, las progenitoras debían evaluar el comportamiento de sus
hijos a los cinco años de nacidos éstos.
Una de las posibles causas es que la leche materna contiene altas
cantidades de ácidos grasos polinsaturados esenciales, factores de
crecimiento y hormonas, importantes en el desarrollo del cerebro y
el sistema nervioso central de los niños, explican.
Otro de los orígenes de este fenómeno pudiera ser psicológico,
añaden los especialistas. El acto de amamantar crea una relación
especial entre la madre y su bebé, que influye en el posterior
comportamiento del niño, destacan.
El estudio proporciona más evidencias de los beneficios de la
lactancia materna, señaló Maria Quigley, líder el estudio. La
reducción de problemas de conducta se añade ahora a la lista de sus
aportes positivos para la salud de los infantes, dijo.
Una menor incidencia de infecciones y bajas probabilidades de
desarrollo de obesidad figuran entre los beneficios de este tipo de
alimentación, extendida su duración en la actualidad hasta los seis
meses como mínimo.