Agricultura urbana y suburbana
Vestirse de largo y andar de prisa
Juan Varela
Pérez
juan.pvp@granma.cip.cu
Dos sistemas que producen alimentos a "corta distancia" —la
agricultura urbana y suburbana—tienen por delante un quinquenio para
ampliar sus cosechas, incrementar variedades, consolidar posiciones
ganadas y explotar toda la tierra ociosa.
Como
tarea de máxima puntualidad en la agricultura suburbana, está el
aumento de yuntas de bueyes.
El calendario fija lo que debe realizarse en cada estación del
año, la asignación de recursos, la obligación de las partes
involucradas y sus características.
Imprescindible poner énfasis, a partir de este 2011, en
hortalizas, condimentos frescos, "frutales populares" y crianza de
ganado menor en fincas, parcelas y traspatios.
A esto se suma el desarrollo e implementación de tecnologías de
carácter agroecológico y fomentar una infraestructura organizativa
que integre a todos los involucrados, incluidos la comercialización
y la capacitación.
Un autorretrato del camino andado en los 27 subprogramas de la
Agricultura Urbana muestra ciertos logros parciales, pero también
injustificadas demoras. "No podemos estar satisfechos mientras quede
tanto por hacer", señala el doctor Adolfo Rodríguez Nodals, jefe del
Grupo Nacional de la Agricultura Urbana y Suburbana.
Todo ello debe realizarse con el menor gasto posible de
combustible e insumos importados, empleando los propios recursos
locales y con amplio uso de la tracción animal.
La
agricultura urbana debe buscar alternativas ante dificultades en los
sistemas de riego.
Prefiere "no hacer un balance con detalles que pudiera crear una
falsa imagen de que todo está resuelto y en su lugar insistir en las
muchas y complejas tareas que se avecinan" y menciona la necesidad
de rebasar en este año el 1 050 000 toneladas de hortalizas y
condimentos frescos en organopónicos, huertos intensivos y cultivos
semiprotegidos.
En cambio reconoce, a manera de homenaje, el trabajo de Sancti
Spíritus —única nominada de referencia nacional en la Agricultura
Urbana—, Matanzas, Ciego de Ávila y Villa Clara, las mejores
provincias al evaluarse la marcha de ambos programas.
Vista al futuro es el sentimiento de esta familia cada vez más
numerosa. En enero, por ejemplo, la agricultura suburbana quedó
implantada en 156 municipios, experiencia iniciada por Camagüey en
abril del 2009 y a la cual se sumaron después otros 16 municipios y
los alrededores de Nueva Gerona en enero del 2010.
Tareas de máxima puntualidad
La máxima puntualidad y disciplina deben presidir la creación en
la agricultura suburbana de 79 068 fincas, y el aumento de yuntas de
bueyes, pues de las 63 000 necesarias al cierre del 2010, la
disponibilidad era de 42 000.
El haberse limpiado de marabú 99 467 hectáreas es una obra
todavía incompleta pues constituye apenas el 55,8% del total del
área infestada. Al eliminarse el marabú hay que sembrar de inmediato
esos campos para impedir que la planta rebrote; de esto da fe el
9,4% de áreas declaradas limpias pero no ocupadas.
La ofensiva de la Agricultura Suburbana contra el marabú se
concentra, en lo fundamental, en la acción manual y mecanizada, el
control químico mediante el uso de herbicidas en "municipios
pilotos" certificado por Sanidad Vegetal y en el control biológico.
Los técnicos recomiendan el pastoreo de cabras en las áreas donde el
marabú amenaza con rebrotar.
Aunque es apenas el comienzo, el Grupo Nacional valora el apoyo
logístico de las Empresas Municipales Agropecuarias en la
fabricación de implementos, arreos, equipos para aplicación de
técnicas y en la construcción de carretones.
La falta de herramientas de mano y otros aperos manuales tendrá
gradual solución en parte por el Programa Campesino que, a precios
sin subsidios, asegura la presencia en la red comercial del
Ministerio de Comercio Interior.
El país hace esfuerzos para asegurar la continuidad de este
programa, ampliar la oferta y llegar a 86 renglones en el 2011 en
plantas y talleres de diferentes organismos y comercializarlo por
igual vía.
Rodriguez Nodals aclara que del total de solicitantes acogidos al
Decreto Ley 259, más de 105 300 no tenían vínculos con la tierra ni
estaban asociados a una cooperativa. Hoy una parte considerable de
los suelos entregados en usufructo están incorporados a la
Agricultura Suburbana.
Una finca reforestada por
municipio
En cada municipio debe lograrse, como patrón a seguir, una finca
reforestada en condiciones de microcuenca, contribuir al
abastecimiento de los kioscos situados en zonas del Proyecto,
cumplir lo indicado sobre la contratación para este año de los 21
productos priorizados, garantizar en los terrenos llanos de todos
los municipios una hectárea de café de la variedad Robusta y no
descuidar la capacitación de los finqueros en los ciclos dedicados a
temas como la alimentación animal, leche, semillas y uso del agua.
La Agricultura Urbana, por su parte, debe enfrentar este año la
solución de compromisos pendientes, entre ellos terminar 101,7
hectáreas en el cultivo semiprotegido que datan del 2007 y el 2008,
cumplir la producción de 20 toneladas métricas de semillas de
vegetales en la red de fincas municipales y convertir en rentable
las 15 UEB Granjas Urbanas que no lo son.
También buscar alternativas ante dificultades en los sistemas de
riego o agotamiento de las fuentes de abasto, optimizar la
comercialización ante las nuevas directivas y desarrollar el
programa ramal de investigaciones en los dos sistemas a partir de
las demandas identificadas.
Según criterios del Grupo Nacional de la Agricultura Urbana y
Suburbana son tareas de primer orden, de esas que no toleran nuevos
plazos dada su influencia en la alimentación del pueblo.
En esta etapa de reordenamiento de la actividad agropecuaria por
la cual transita el país, en su organización, infraestructura y
tecnología los "finqueros" —protagonistas de la célula básica de la
Agricultura Suburbana— afirman que urge vestirse de largo y andar de
prisa, pero consolidando todo lo que se indica. |