En un comunicado de prensa, el Ministerio de Exteriores ratificó
la disposición de la Administración argentina de negociar
pacíficamente el estatuto de los territorios y cuestionó la posición
del país europeo, opuesto a un posible proceso de diálogo.
El texto critica "la reiterada realización de actos unilaterales"
en el área disputada, entre los que destacan la explotación y
exploración de recursos naturales, así como ejercicios militares en
violación de las normas de seguridad marítima.
Durante el 2010, empresas británicas emprendieron proyectos para
la detección y extracción de minerales, metales, petróleo y
compuestos orgánicos, mientras tropas de infantería y marina
realizaron prácticas castrenses, cuestionadas por la comunidad
internacional.
Según el documento, estas actividades constituyen un obstáculo
insalvable para la continuación y desarrollo de la cooperación
bilateral y el entendimiento entre Argentina y Gran Bretaña.
El texto reitera la permanente y sincera disposición de la nación
sudamericana a reanudar el proceso negociador bilateral con el Reino
Unido "para poner fin a una anacrónica situación colonial
incompatible con la evolución del mundo moderno".