La terrible enfermedad ya ha contagiado a más de 114 000 de sus
ciudadanos, la casi totalidad de ellos procedentes de los sectores
más humildes del país.
Con este nuevo grupo el Gobierno cubano cumplió casi de forma
inmediata el compromiso contraído ante las autoridades haitianas,
anunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro, en su Reflexión
Haití: el subdesarrollo y el genocidio, del 27 de noviembre
pasado, de reforzar la Brigada Médica Cubana (BMC) con 300 nuevos
médicos, enfermeras y técnicos de la salud.
Ahora la BMC dispone de 1 235 miembros: 501 médicos, 404
enfermeras, 244 técnicos y 86 de personal de apoyo. Todo este
contingente solidario se vincula de una forma u otra a la lucha
contra el cólera en Haití, una epidemia que continúa su propagación
por toda esta nación de pésimas condiciones sanitarias y
ambientales.
Lorenzo Somarriba López, viceministro cubano de salud y
coordinador general de la BMC, en declaraciones para Granma
explicó que los recién llegados serán asignados para completar las
fuerzas de los 14 centros de tratamiento de cólera atendidos por la
BMC, distribuidos en la accidentada geografía haitiana.
También, explicó el doctor Somarriba, este refuerzo permitirá
completar los 40 grupos de pesquisa activa (GPA) previstos
inicialmente para, mochila al hombro, dirigirse a las 207 subcomunas
rurales y montañosas de muy difícil acceso y carentes de servicios
médicos, donde el cólera hace insospechados estragos, provocando
luto y temor en la familia haitiana.
En pocos días los 32 GPA constituidos han pesquisado a más de 106
000 personas en esas remotas zonas rurales y tratado a 657 haitianos
con cólera, quienes hubiesen muerto de no recibir asistencia médica
oportuna.
Además, estos pequeños grupos móviles, de no más de cinco
brigadistas, que incluyen a un médico haitiano graduado en la
Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana, realizan una
importante labor preventiva-educativa con los lugareños, y hacen
entrega de sales de rehidratación oral y cloro para la
potabilización del agua de consumo humano. Los cooperantes de la
Mayor de las Antillas también atienden 40 unidades de tratamiento de
esa enfermedad salvando valiosas vidas.
Sin duda, un gran estímulo lo constituyó la felicitación
transmitida por Esteban Lazo, miembro del Buró Político del Partido,
a la labor de la BMC, que ha salvado la vida a más de 41 000
haitianos enfermos de cólera, manteniendo una baja tasa de letalidad
fijada en 0,75%.
Ese espíritu solidario de los cooperantes sanitarios cubanos
estuvo presente en las palabras de la recién llegada enfermera
holguinera Arelys Nápoles Medina, quien reiteró la disposición de
toda esta tropa de Fidel de ser los últimos en retirarse y no
rendirse jamás ante los retos de una epidemia que mata, no a la
pobreza, sino al alma misma de esta nación. Cuba cumple, Haití
dispone cómo servirla.