La Unión de Sindicatos alemanes del Servicio Público exigió del
gobierno de la canciller alemana Angela Merkel una política más
social para el 2011.
En vista de los días de navidad, el segundo sindicato más grande
del país germano, con 2,1 millones de miembros, envió una lista de
deseos al Ejecutivo de la funcionaria democristiana.
Los deseos del sindicato son un salario mínimo garantizado de 850
euros, el aumento de los ingresos para trabajadores con contratos
temporales, medidas efectivas contra la pobreza y una
infraestructura social más justa.
Bajo la presión de la Unión Europea, muchos gobiernos europeos
realizan brutales reducciones de los presupuestos, dice la
asociación obrera en un comunicado.
En vista de esta política -agrega- solamente los ricos tienen
razones para festejar a finales del año, según reporte de Prensa
Latina.