Ante la proximidad
de la tormenta tropical Tomás, los Consejos de Defensa Provinciales
de Guantánamo, Holguín, Santiago de Cuba, Granma y Las Tunas
adoptaron ayer diversas medidas encaminadas a la protección de la
población y los recursos de la economía.
El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos mantiene un chequeo
permanente sobre el escurrimiento superficial de las aguas. El
monitoreo de los diques y aliviaderos, además de la fiscalización de
los puntos que conforman la red pluviométrica en las montañas y
contornos de todas las fuentes fluviales, revierten suma
importancia.
El Consejo de Defensa Provincial de Guantánamo indicó extremar la
vigilancia hidrometeorológica y las acciones aguas abajo de los
embalses, en especial en La Yaya (vierte hace varios días), Jaibo y
Faustino Pérez, todos próximos a grandes núcleos poblacionales; y
asegurar la preservación del trasvase Sabanalamar-Pozo Azul y del
acueducto por gravedad de Baracoa.
En Holguín se orientó, además, revisar la situación actual de los
grupos electrógenos de emergencia en sectores básicos de la economía
y los servicios, desarrollar la poda de árboles, la limpieza de
calles y tragantes, y el alistamiento de las comunicaciones,
incluidos los radioaficionados.
En los almacenes del puerto Guillermón Moncada, en Santiago de
Cuba, se protegieron cerca de 3 000 toneladas de alimentos, mientras
los buques fueron retirados hacia altamar y el resto de las
embarcaciones menores se protegen en ensenadas y dársenas de la
bahía.
Los trabajos vinculados a la rehabilitación del acueducto se
paralizaron y las fuerzas constructoras se volcaron hacia la
recogida de escombros y la eliminación de microvertederos. Hacia los
territorios de Guamá, Matías y Laguna Blanca partieron brigadas
médicas.
Acciones preventivas similares se siguieron en Granma y Las
Tunas. (Equipo de corresponsales)