Con la alegría del encuentro y la tristeza de la despedida,
familiares separados por la Guerra de Corea (1950-53) concluyeron
hoy una reunión que les permitió vivir momentos siempre deseados.
La cita tuvo lugar en el monte Kumgang, en territorio norcoreano,
adonde los participantes llegaron el miércoles pasado para
reconocerse, abrazarse y conversar por primera vez en cinco décadas,
en medio de las dudas de si volverán a hacerlo. Muchos de ellos son
personas de muy avanzada edad, informó Prensa Latina.
Tal es el caso del surcoreano Ji Dal-soo, de 93 años, quien al
referirse a esta reunión, explicó que no pudo prometer a su hijo
cuándo se encontrarán otra vez, según informan medios locales de
prensa.
Sucesos y reacciones similares se registraron desde el pasado
sábado hasta el lunes, cuando otro grupo de familiares realizó una
cita también en instalaciones turísticas del mencionado monte.
Con este encuentro las familias del Norte y el Sur reafirman que
no pueden continuar viviendo separadas y se debe poner fin a la
trágica división cuanto antes, dijo la agencia de noticias KCNA al
iniciarse la cita.
Estos contactos respondieron a un acuerdo alcanzado entre los
respectivos comités de la Cruz Roja luego de varias rondas de
conversaciones que siguieron a una propuesta presentada por la parte
Norte el pasado 10 de septiembre.
Representantes de ambas entidades dialogarán nuevamente el
próximo día 25 con vistas a analizar vías para una posible
regularización de estos encuentros, los cuales se inscriben en los
resultados de una cumbre intercoreana de junio de 2000. El anterior
se efectuó en septiembre de 2009.
Este renovado proceso deviene señal de distensión en medios de
las tensiones surgidas tras el hundimiento en marzo pasado de la
corbeta Cheonan, el que Seúl atribuyó a Pyongyang. Esa parte rechazó
las acusaciones y pidió enviar expertos para investigar los hechos
en el lugar, pero la solicitud fue denegada.