ARGEL, 4 de noviembre.— El Frente POLISARIO denunció hoy el sitio
que las autoridades marroquíes han impuesto al campamento saharaui
de protesta de Gdeim Izik, en las afueras de El Aaiún, al tiempo que
negó que exista cualquier diálogo entre los coordinadores de la
protesta y el Gobierno de Rabat, informa EFE.
En un comunicado, el Ministerio de Información saharaui criticó
las declaraciones realizadas el miércoles en Madrid por el ministro
de Exteriores marroquí, Taib Fassi Fihri, en las que afirmó que
Rabat mantiene un diálogo con los responsables del campamento.
"No hay ningún diálogo desde hace dos días tras el rechazo
marroquí a levantar el sitio impuesto al campamento y autorizar el
acceso a la prensa y a los observadores extranjeros", afirma el
texto.
El comunicado critica igualmente los motivos de seguridad
aducidos por Fassi Fihri para aislar al campamento del exterior "ya
que la protesta es pacífica y dispone de un perfecto servicio de
orden".
"La pretensión del ministro marroquí es hacer callar a la prensa
internacional, y especialmente a la española, sobre la situación en
el campamento, que se encuentra sitiado por miles de soldados y
unidades de la Gendarmería y la Policía", señala.
Según el POLISARIO, Rabat intenta "evitar por todos los medios"
que la opinión pública sepa que "hoy existe una ruptura total entre
la población saharaui y el ocupante, lo que demuestra el rechazo del
pueblo al hecho consumado colonial marroquí".
Por su parte, el ministro saharaui de Exteriores, Mohamed Salem
Uld Salek, en declaraciones a EFE, advirtió de que "puede producirse
una masacre" en Gdeim Izik y aseguró que Marruecos "estrecha cada
vez más el cerco sobre el campamento al que ha cortado el suministro
de agua y medicamentos".
Uld Salek aseguró que Rabat ha desplazado a Gdeim Izik batallones
militares completos encargados normalmente de la vigilancia del muro
de separación del Sahara Occidental, así como decenas de unidades de
la Gendarmería y la Policía y centenares de agentes de los servicios
secretos.