Excavadores egipcios desenterraron cerca de las pirámides de Giza
una tumba con coloridos dibujos que describen escenas cotidianas de
hace cuatro mil 500 años, lo cual corrobora hoy la magnitud del
patrimonio arqueológico nacional aún inexplorado.
Un comunicado del Consejo Supremo de Antiguedades (CSA) de Egipto
informó que el sepulcro fue hallado por arqueólogos locales al sur
de la necrópolis de los constructores de las emblemáticas pirámides
de Keops, Kefren y Micerinos, en Giza, al suroeste de esta capital.
El secretario general del CSA, Zahi Hawass, destacó que la
importancia de la tumba se debe a que es, además de suponer una
novedad de sus diseños arquitectónicos, la primera localizada en esa
zona supuestamente peinada con minuciosidad por varias misiones.
Según Hawass, el panteón perteneció a un sacerdote que vivió
durante la V Dinastía (2374-2513 a.n.e.) y fue responsable del culto
en el templo perteneciente a la pirámide de Kefren.
El religioso administró el templo tiempo después de la muerte del
rey Kefren, quien vivió aproximadamente de 2570 a 2530 a.n.e.,
indicó el especialista.
Las paredes de la tumba exhiben diseños y dibujos con
representaciones del predicador y su esposa en facetas cotidianas de
sus vidas, como el nacimiento de un ternero o el ordeñe de una vaca,
describió Hawass.
Algunas autoridades del sector de la arqueología en Egipto
estiman que alrededor del 70 por ciento del patrimonio faraónico
yace aún oculto bajo las arenas del desierto, reportó Prensa Latina.