En medio de amenazas de huelgas, el primer ministro británico,
David Cameron, presenta hoy ante el Parlamento la revisión del
presupuesto estatal de gastos, en el que se prevén drásticos
recortes en todas las áreas.
El plan, que reducirá un 25 por ciento de las partidas asignadas
a los ministerios, excepto los de Sanidad y Cooperación
Internacional, desató de antemano fricciones dentro de la actual
administración y el descontento popular, informó Prensa Latina.
La primera serie de medidas en el país prevé ahorrar un total de
seis mil 200 millones de libras esterlinas, unos siete mil millones
de euros, en este año.
De acuerdo con analistas, en un primer momento el programa podría
dejar en la calle a más de 300 mil empleados del Estado, y en una
segunda etapa la cifra podría rondar al millón de personas.
La confederación sindical Trade Union Congress de Reino Unido
calificó de cruel el referido proyecto y advirtió que causará un
daño irreparable a la sociedad británica.
Organizaciones sindicales convocaron para este martes a una
protesta masiva frente al Parlamento para expresar su rechazo a las
medidas de austeridad.
Los inconformes rechazarán los ajustes que significan una
contracción de los salarios y un retroceso en los beneficios
sociales que afectará sobre todo a los sectores más vulnerables.
Con anterioridad Cameron intentó mitigar los temores sobre el
impacto del drástico plan de recorte aprobado por su Gobierno con el
fin de enmendar a la economía británica.
El primer ministro aseguró que los recortes no serán tan
dolorosos como espera la gente.
La nación europea, la sexta economía mundial, tiene una deuda de
163 mil millones de libras esterlinas, unos 187 mil millones de
euros, y un déficit presupuestario casi tan alto como el de Grecia
(12,7 por ciento).